Desayunar bien no solo es importante, sino que tomar un desayuno pobre o saltarse este hábito puede considerarse un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares como lo son el tabaco, el colesterol o el sedentarismo. Así lo advierte un estudio realizado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III y publicado en The Journal of American College of Cardiology. El estudio explica que desayunar unas 100 calorías, es decir, menos del 5% de las 2.000 calorías diarias recomendadas para una dieta completa, duplica el riesgo de lesiones ateroscleróticas. La investigación, liderada por el director del CNIC, Valentín Fuster, hizo un seguimiento a largo plazo de la salud de 4.000 personas de mediana edad que fueron controladas para determinar la prevalencia y progresión de las lesiones ateroscleróticas latentes (no muestran síntomas). En este trabajo, el 20% de los participantes tomaba un desayuno con alto valor energético (20% de las calorías diarias), el 70% un desayuno de bajo valor energético (entre 5% y 20% de las calorías diarias), y el 3% desayunaba muy poco o nada (5% de las calorías diarias) y apenas invertía 5 minutos en desayunar: tan solo tomaban un café o zumo de naranja o incluso nada.