Los toros de la ganadería gaditana de Cebaga Gago han protagonizado hoy un encierro rápido y limpio, de 2 minutos y 22 segundos de duración, con menos corredores que ayer, de los que al parecer sólo uno ha recibido un puntazo.

El segundo encierro de los Sanfermines se preveía difícil por la peligrosidad de los Cebada Gago, que tienen una media de dos corneados en cada carrera, aunque los astados gaditanos han cubierto los casi 850 metros del recorrido con limpieza y sin apenas lanzar derrotes hacia los mozos.

Tras los tres cánticos de rigor dedicados al santo, a las ocho en punto la manada ha salido de los corrales de Santo Domingo encabezada por los cabestros y agrupada. De esta forma han recorrido los primeros metros de la carrera y han hecho el primer contacto con los mozos a gran velocidad y por el centro de la cuesta de Santo Domingo, aunque instantes después dos de los Cebada Gago se han retrasado unos metros y han hecho algunos amagos de derrote hacia los laterales, pero sin alcanzar a los corredores.

A gran velocidad y de forma limpia los astados han entrado en la plaza del Ayuntamiento y han cruzado este tramo, así como la calle Mercaderes, donde, al contrario de lo ocurrido ayer, no se han registrado situaciones de peligro, aunque por el ritmo de la carrera se han producido las habituales caídas de mozos y uno de ellos ha recibido un varetazo de uno de los toros.

También la curva de Mercaderes ha sido solventada por los astados de manera limpia, sin caer al suelo ninguno de ellos, aunque la manada se ha fragmentado en este tramo, con cuatro toros adelantados, tres negros y el cárdeno, y otros dos más retrasados.

El hecho de que la manada se dividiera ha permitido en la calle Estafeta que los mozos pudieran intercalarse entre los toros y lucirse ante las astas, protagonizando bonitas carreras, aunque también se ha producido algún susto con el toro cárdeno que, por su color, ha sido confundido por algún corredor con uno de los mansos.

En Estafeta, donde un mozo ha sufrido una brecha en la cabeza y otro un pisotón de los toros, se han registrado asimismo varias caídas y un pequeño montón de corredores, a los que ha pasado por encima uno de los astados.

Los momentos de mayor peligro de la carrera se han vivido en el tramo de Telefónica, donde uno de los mozos ha recibido un puntazo en una pierna y otro de los corredores, un varetazo.

Tras cruzar el callejón de la plaza de toros limpiamente, los astados han entrado en el coso y se han dirigido directos hacia los chiqueros sin que los dobladores apenas hayan tenido que emplearse para ello, aunque uno de los Cebada Gago ha caído a la arena y se ha separado de sus hermanos durante unos segundos.