El plan de vacunación frente al covid-19 ya tiene forma. Su aprobación no ocurrirá hasta el Consejo de Ministros del próximo martes, pero este domingo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha querido transmitir sus aspectos más importantes. La principal novedad es que solo habrá una estrategia: la nacional.

A pesar de que la mayor parte de las competencias en Sanidad están transferidas a las autonomías, el diseño de la distribución de la vacuna correrá a cargo del Gobierno, aunque en colaboración con los distintos territorios. El objetivo, dijo Sánchez, es "que todos los grupos priorizados tengan acceso a la vacuna". Es decir, que no haya diferencias entre comunidades. El jefe del Ejecutivo ha evitado concretar quiénes integrarán esos grupos que recibirán primero las dosis, pero ha dejado claro que entre ellos se encontrarán los profesionales sanitarios y los ancianos.

La campaña comenzará en enero, a través de los 13.000 "puntos de vacunación" que ya existen, que son los centros de salud de toda España, y seguirá los pasos de la lucha contra la gripe común. "El sistema nacional de salud está preparado. Su capacidad para vacunar en un corto espacio de tiempo es sobresaliente", ha dicho Sánchez, que ha puesto como ejemplo que este año se han vacunado 14 millones de personas contra la gripe en apenas ocho semanas.

Pero la campaña frente al covid-19 no será tan rápida, debido a la complejidad de fabricar y distribuir las nuevas vacunas contra el coronavirus. Como hizo el viernes pasado, el presidente ha señalado que "una parte sustancial de la población española estará vacunada en el primer semestre del 2021". Sánchez ha evitado fijar un porcentaje. "El mayor número posible", ha dicho.

De momento, la Comisión Europea, encargada de la adquisición de la vacuna para toda la UE, ya ha cerrado contratos con cinco farmacéuticas (AstraZeneca, Sanofi-GSK, Janssen, BioNTech-Pfizer y CureVac) para adquirir por adelantado de 1.225 millones de dosis, más 580 millones en reserva. A España le corresponde un 10% de esas cantidades. En principio, las primeras muestras serán las de BioNTech-Pfizer, por ser la que se encuentra más avanzada. Pero sin descartar las otras, porque las noticias en este campo se multiplican cada semana, y permiten, ha precisado Sánchez, "vislumbrar el fin de la pandemia".

El optimismo

El presidente, que ha comparecido tras la cumbre telemática del G-20, ha transmitido optimismo sobre la evolución del virus en España, ahora que lo peor de la segunda ola ha pasado, cuatro semanas después de la aprobación del nuevo estado de alarma, que permite a las autonomías confinar perimetralmente y establecer toques de queda.

"Las medidas están funcionando. España lleva dos semanas bajando la incidencia del virus. Mañana estaremos en una incidencia acumulada por debajo de los 400 casos por 100.000 habitantes en 14 días. Tenemos que llegar a los 25 casos, pero la tendencia a la baja es consistente", ha explicado el jefe del Ejecutivo, alejando la posibilidad de volver a las duras medidas de la pasada primavera.

"Estamos logrando evitar el confinamiento domiciliario que sí han tenido que activar otros vecinos europeos", ha señalado, en referencia a países como Francia y el Reino Unido, donde los contagios estaban creciendo más deprisa, pero sin sumar tantas muertes como en España. "Hay fatiga. El Gobierno entiende el cansancio de la ciudadanía", ha reconocido el presidente, que ha subrayado en que las próximas Navidades serán "diferentes", porque habrá que "mantener la distancia" respecto a las familiares. "Nuestra prioridad debe ser evitar una tercera ola", ha concluido.

Después de las fiestas, en principio, comenzarán a llegar las primeras dosis de la vacuna.