Sin pelos en la lengua. La ministra de Sanidad, Elena Salgado, acusó ayer abiertamente en el Senado a la industria tabacalera de tratar de incorporar el mayor número posible de jóvenes al hábito del tabaco, mediante la rebaja de precios y aprovechando los días que restan para que la ley del tabaco entre en vigor. La norma vetará la publicidad en el momento de su publicación, en el BOE, mañana o pasado mañana.

Salgado motró su malestar por la bajada de precios, hasta un euro la cajetilla, que han realizado una veintena de marcas durante el pasado fin de semana y antes de que el Ministerio de Economía y Hacienda eleve los impuestos del tabaco de tal forma que los fabricantes no puedan venderlo a menos de 2 euros la cajetilla. "Nos enfrentamos a una poderosa industria con intereses muy claros. Hay que evitar que España se convierta en el estanco de Europa", subrayó Salgado.

PROVOCACION El senador de Entesa Catalana de Catalunya, Ramón España, coincidió con la titular de Sanidad. A su juicio, la bajada de precios hasta un límite en el que las tabacaleras deben perder dinero es "una provocación" y una práctica de "dúmping social y sanitario". "El Gobierno debe responder cuanto antes a esta reducción con una subida de la fiscalidad", pidió Espasa.

Salgado reconoció que, a partir del 2 de enero, es posible que haya "unos días de cierta confusión" a la hora de cumplir la norma. La ministra no se extrañó de que haya empresas que todavía no hayan adoptado ninguna medida, pero dejó claro que no debería haber un periodo de manga ancha a la hora de hacer cumplir la nueva ley.

Sobre la negativa del Gobierno a permitir las salas para fumadores en los centros de trabajo, la ministra de Sanidad se apoyó en la existencia de estudios que concluyen que "es mucho más efectivo el no colocar la sala", y explicó que "la ley debe cumplirse con carácter inequívoco". "El hecho de que no existan salas coopera en el abandono del hábito del tabaco. Además era muy complicado permitir las salas, sobre todo en la pequeña empresa", comentó.

Salgado discrepó abiertamente del impacto económico de la ley en en el sector de la hostelería y la restauración, que sus responsables han cifrado en más de 1.600 millones de euros al año y más de 20.000 empleos.

EJEMPLO DE IRLANDA La titular de Sanidad puso como ejemplo el caso de Irlanda, donde se vetó totalmente el tabaco hace dos años. Salgado dijo que tras unos primeros días en los que hubo personas que restringieron sus visitas a los pubs, "se recuperó con creces y ahora tienen más clientes que antes porque los no fumadores están más satisfechos de poder tomarse una cerveza en un ambiente sin humos".