El Ministerio de Sanidad no está en disposición de indicar con seguridad cuáles de las 600 marcas de aceite de girasol que no han sido incluidas en el listado de empresas libres de contaminación están afectadas por el hidrocarburo. El aceite importado de Ucrania por esas firmas, 7.000 toneladas de producto, aún no ha sido analizado. Esta situación aumentó ayer el enfado de los empresarios aceiteros, e incrementó la crítica a la gestión de la crisis. Algunas firmas, tradicionales y muy arraigadas en el sector oleico español, estarían presionando, a su vez, para que no se difunda su nombre.

En numerosas poblaciones pequeñas de España no se ha informado de la crisis, ni se ha retirado ningún envase. La alarma se ha extendido a productos envasados con aceite que podrían haber sido preparadas con la contaminada.

Productores, comerciantes y empresas denunciaron la alarma "innecesaria, drástica y exagerada" activada el fin de semana por el Gobierno. Sanidad añadió ayer 127 marcas no contaminado a las 63 de la lista dada el lunes. Mientras, el ministro Bernat Soria se limitó a prometer una mejora en las redes de alerta y en la colaboración aduanera. Bruselas decidirá hoy si endurece el control a la importación de Ucrania.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) reconoció ayer que, durante las 72 horas que oficialmente duró la crisis, la retirada masiva solo se realizó, con garantías, en grandes comercios.