Con su anuncio de que piensa sortear durante una fiesta una operación de aumento de pechos valorada en 4.500 euros, la discoteca Pachá de Valencia ha conseguido que tres administraciones se le echen simultáneamente encima: el Gobierno, la Generalitat Valenciana y el ayuntamiento de la ciudad. Consideran que se trata de una iniciativa frívola y sexista, y han anunciado que tomarán medidas para impedir la rifa, programada para el próximo 5 de diciembre en una gala que lleva por título Pretty Woman.

Homenaje a la mujer . Y, sin embargo, el gerente del local tachó de "ridícula" la lluvia de críticas que ha escuchado durante los últimos días --tanto de responsables políticos como de organismos feministas, médicos y de consumidores-- y anunció que, a menos que se le ofrezca una "razón de peso", la lotería estética para chicas continúa en pie.

Lo mayor preocupación del ministro de Sanidad, Bernat Soria, reside en la cuestión de la edad: si en el sorteo también pueden participar menores. Por el momento, se desconoce, pues en la publicidad de la fiesta solo aparece la foto de una mujer que se dispone a cortar el vendaje que rodea su torso para disfrutar de sus nuevos senos. "Si la publicidad va dirigida a menores, la sociedad tiene que intervenir porque hay que tutelar sus derechos", dijo el titular de Sanidad, quien anunció que su departamento abrirá un expediente informativo al establecimiento de ocio valenciano.

MEDIDAS LEGALES Los representantes municipales y autonómicos, por su parte, utilizaron palabras como "indignante" o "lamentable" para definir un tipo de lotería estética que comenzó a ponerse de moda en Argentina a mediados de este año y anunciaron las medidas que piensan tomar para impedir la rifa.

El Ayuntamiento de Valencia, por su parte, estudia abrir un expediente administrativo a la discoteca por "una intervención quirúrgica promocionada sin las suficientes garantías sanitarias", mientras que la Generalitat ha convocado para mañana al Observatorio de la publicidad no sexista para tomar "las medidas legales que procedan" contra el sorteo de Pachá, cuyo gerente, Carlos Monsell, sostuvo ayer que los motivos esgrimidos contra su iniciativa eran "ridículos".

"Tendrán que darme una razón de peso", continuó el gerente. Aunque aseguró que de haber sabido "la que se ha montado, no lo hubiera hecho", Monsell parece decidido a desafiar a los críticos con su particular Homenaje a la mujer . El único error que está dispuesto a admitir es el del diseño del cartel --"a lo mejor fue un fallo", dijo--, pero, en su opinión, solo hay una causa que explica la controversia: "El aburrimiento general de la sociedad".