El Ministerio de Sanidad, la Comisión Europa (CE) y la patronal de las grandes distribuidoras en Europa confirmaron ayer que España no figura entre la veintena de países a los que se vendió carne irlandesa de cerdo en mal estado, después de que las autoridades sanitarias del país ordenaran la retirada de todas las partidas comercializadas a partir del 1 de septiembre. El motivo fue el hallazgo de dioxinas tóxicas, una sustancia cuyo consumo en humanos se relaciona con el desarrollo de enfermedades cancerígenas. No obstante, el ministro Bernat Soria anunció ayer que su departamento vigilará si el producto podría haber llegado a España a través de un tercer país como Francia o Portugal, incluidos en el listado. También se hará un seguimiento en todas las comunidades autónomas.

Soria dijo que, de haberse colado alguna partida, sería una "cantidad residual", ya que España es básicamente un productor de esta carne, no un importador. El posible riesgo, de existir, para los consumidores españoles estaría en productos elaborados del tipo de salchichas envasadas. Este sector es el centro de las investigaciones. El responsable de Sanidad mandó un mensaje de tranquilidad a la población y recomendó a los ciudadanos que pudieran tener en sus frigoríficos carne irlandesa comercializada desde el 1 de septiembre, que se dirijan a las autoridades sanitarias para notificarlo.

DIFICULTAD Pese a la información de Sanidad, la Federación Consumidores en Acción (Facua) no lo ve del todo claro y advirtió de que las "carencias" en el etiquetado de productos que se da "en numerosos establecimientos españoles" podría dificultar la identificación de la carne de cerdo irlandesa contaminada o de productos elaborados con ella. La organización de consumidores resalta que este problema "se agrava ante situaciones como la actual", donde las autonomías deben aumentar las "insuficientes" inspecciones del sector.

Según la CE, entre los países que han importado carne porcina irlandesa figuran nueve comunitarios. A la cabeza figura Gran Bretaña, que en el 2007 absorbió casi el 50% de este mercado. Le siguen Alemania, Francia, Holanda e Italia, donde el Gobierno retiró ayer 22 lotes de carne fresca destinada a la industria de transformación. También recibieron carne irlandesa, los países del Este, EEUU, Rusia, Japón, Canadá, Suiza, China, Singapur, Hong Kong y Corea del Sur. La comisaria europea de Sanidad, Androulla Vassiliou, consideró que las medidas adoptadas hasta ahora por el Gobierno irlandés son suficientes.