Xavier Sardá, de 47 años, siempre ha mantenido su vida privada en la caja fuerte. Siguiendo su blindado protocolo, ayer se casó por lo civil con Ana Gutiérrez (en la foto pequeña), que había sido peluquera en el ya desaparecido Crónicas marcianas. Según uno de los pocos asistentes, el periodista (que mantuvo en secreto su relación incluso entre los miembros del programa) se congratulaba ayer con humor por haberse convertido en "el marido de la peluquera", en alusión al filme de Patrice Leconte.

Apenas 24 personas festejaron ayer la boda en un salón privado del restaurante Hisp nia de Arenys de Mar (Barcelona), al mando de cuyos fogones están las hermanas Paquita y Lolita Rexach. Tan poco reglamentario fue el banquete de boda que no hubo ni pastel nupcial.

Hace 10 días, Sardá (en la foto, en abril pasado, cuando anunció su año sabático) llamó al restaurante y reservó una mesa para 24, sin especificar que iba a celebrar su boda.

Entre los invitados al enlace se encontraban Toni Cruz y Josep Maria Mainat, responsables de Gestmusic.

También se sumaron al banquete las hijas respectivas de la pareja. Sardá es padre de Elena, que nació fruto de su relación con la bailarina Rosa Maria Grau. La novia, que lució un abrigo-vestido, también es madre. Una vez, Sard brindó el programa a su nueva esposa, a la que definió como la "peluquera que destila misterio".

Que Sardá eligiera el Hispania no es ninguna sorpresa. El periodista suele ir, ya que tiene una finca de 22.000 metros cuadrados en la población vecina de Canet de Mar.

El local empezó siendo un restaurante de carretera. Pero su carta --basada en la cocina tradicional catalana-- fue logrando prestigio.

La guía Michelin le devolvió en el 2004 la estrella que le había quitado.

BAUTIZO EN DINAMARCA El príncipe anónimo, hijo de Federico y María de Dinamarca, tiene nombre desde ayer. El niño, que durante tres meses ha permanecido oficialmente sin onomástica, fue bautizado ayer en la iglesia del Palacio de Christiansborg con un nombre talla grande: Christian Valdemar Henri (por su abuelo paterno) y John (por el materno).

El bebé, nacido el pasado 15 de octubre y segundo en la línea sucesoria al trono tras su padre, lució el mismo vestido que su tatarabuelo, Christian X.

ESTEFANIA Y SU PAYASO Mientras Carolina de Mónaco pone cara de graciosa majestad cada vez que Ernesto de Hannóver pilla una buena curda, su hermana, Estefanía, está relajada y feliz: ha encontrado su lugar en el mundo. Y ese lugar, se confirma, es el circo.

Primero, la princesa tuvo una historia de amor con Franco Knie, domador de fieras. Luego no sólo repitió, sino que se casó, con el acróbata de origen español Adans López Peres, quien más tarde participó en Gran hermano vip . Ahora Carolina anda de nuevo medio bizca, mirando al último novio de su hermana: el chico es un payaso.

La alegría de Estefanía no sólo viene por su historia, en clave erótica, de Zampo y yo.