Un cartel tan explícito y obvio que roza la impudicia. Unas declaraciones, que más bien parecen un anzuelo, avisando de lo que se parece desear: "Creo que vamos a tener lío". Una aventurada interpretación de la realidad asegurando que alguien quiso controlar, o sea, censurar, el contenido de la película. Con esos tres elementos, Carlos Saura, el director, y Andrés Vicente Gómez, el productor, están calentando el estreno de El 7 día .

En Extremadura, ni el consejero de Cultura, Francisco Muñoz (que tildó a Saura de mediocre), ni Rodríguez Ibarra (que lo acusó de querer ganar dinero a costa de la leyenda negra de Extremadura) han vuelto a opinar sobre la cuestión, aunque Carlos Saura parece desearlo. Cuando EL PERIODICO le pregunta que si la polémica se ha aplacado, el cineasta responde: "¿Que si esto se ha calmado? Espere, espere... Ahora estamos aguardando las reacciones tras el estreno. Veremos qué pasa, pero tenemos un pleito por ahí y creo que vamos a tener lío".

Para ayudar a tener lío , la productora ha lanzado ya el cartel anunciador del film. En él aparece la silueta de un varón que apunta con una escopeta bajo la cual aparecen dos niños correteando por un campo extremeño seco con una dehesa al fondo. A la altura de la frente del hombre, una frase: "No perdonan". A la altura de la nariz, otra de parecido jaez: "Ni olvidan". En la boca, los dos cañones de la escopeta. A la altura del pecho, el título de la película con un 7 en rojo sangre que recuerda la marca del zorro. Debajo de los niños, un terrible mensaje en color sepia: "Treinta años de odio. Un domingo de sangre".

En resumen, ni fresco social, ni retrato mítico, ni disección de pasiones humanas. El cartel apuesta por la truculencia pura y dura de la venganza, la sangre y el odio. Ahora sólo falta que se reavive la polémica, el lío , que dice Saura, y la campaña publicitaria estará hecha.

Al tiempo que la película sobre Puerto Hurraco llega a los cines, una novela sobre el mismo tema llega a las librerías. Está escrita por Xosé Antonio Perozo, narrador extremeño nacido en Llerena, pero cuya carrera literaria se ha desarrollado en Galicia. La novela es una reedición con la que la editorial Planeta intenta aprovechar el morbo de la película.

LA FURIA En su primera edición (1994) se titulaba La furia del carnero . Ahora no hay metáforas y se llama directamente La tragedia de Puerto Hurraco . También la portada (el pueblo visto desde lo alto y un cartucho de escopeta en primer plano) se deja de elusiones. El contenido, sin embargo, se aleja de la truculencia y juega con la predestinación y la numerología.

Según Perozo, el ocho era para los antiguos sacerdotes el número de la muerte y la catarsis y el ocho precisamente aparece vinculado a la tragedia de Puerto Hurraco, que sucedió un 26 de agosto y el número de la casa de donde partieron los asesinos en Monterrubio era el 26 (en ambos casos, 2+6=8). Los muertos y heridos fueron 17 (1+7=8), los protagonistas de la tragedia eran seis hermanos Izquierdo y dos Cabanillas (6+2=8).

Xosé A. Perozo encuentra más coincidencias trágicas y esotéricas. Así, los Izquierdo y los Cabanillas habrían compartido una finca separada por una linde en un lugar llamado Las Pelícanas. Pusieron a pastar sus ovejas a ambos lados de la marca, se mezclaron y hubo una pelea sin sangre. Pero 17 años después (1+7=8), en ese mismo lugar, Jerónimo Izquierdo mató a Amadeo Cabanillas.

Jerónimo Izquierdo ingresó en el psiquiátrico de Mérida un 8 de agosto, murió un 17 de agosto (1+7=8), había nacido el 23 del 3 de 1924 (la suma de estos números da 26, o sea, 2+6=8) y falleció a los 62 años (6+2=8). A partir de esta repetición del 8, el protagonista de la novela, un veterano astrólogo, cree que la mala estrella de Jerónimo arrastró la tragedia hasta el desenlace final.

Ya sea con la numerología de Perozo, ya sea con el domingo de sangre que promete el cartel de El 7 día , parece difícil que no tengamos el lío que pronostica Carlos Saura y que tan bien le vendrá a la comercialización de su película.