IInstituciones españolas dedicadas al fomento de la cultura innovadora han lanzado un manifiesto en defensa de una estrategia de recuperación económica que se fundamente en el conocimiento, en el emprendimiento y en un mayor peso de la industria en el modelo productivo del país. El Foro de Empresas Innovadoras y la plataforma IND+I, que promueven la declaración, plantean la creación de un Consejo Nacional de Innovación e Investigación y Desarrollo (I+D) y de una Agencia para la Transformación digital y la Transición ecológica de la Industria. Uno de los objetivos es que la inversión pública y privada en I+D, equivalente ahora al 1,2% del Producto Interior Bruto español, se aproxime a corto plazo a la media europea (2,1% en el 2018).

El manifiesto nace como una propuesta de concertación dirigida a los partidos políticos y a los agentes sociales y económicos. Parte de la convicción de que, tras la crisis del coronavirus, el país deberá buscar un cambio de patrón de crecimiento y de bienestar conectado a tendencias como el desarrollo sostenible y la digitalización de la economía.

El texto lo expresa así: «Creemos que este nuevo acuerdo debería enfocarse claramente a tres elementos indispensables de nuestro modelo: el impulso del conocimiento, la innovación y la I+D y el papel central de la industria, todos ellos con la voluntad de no dejar a nadie atrás». Y precisa: «La transición ecológica, digital y justa aparece ahora como una necesidad imperiosa, para el bien de la sociedad, el planeta y también para nuestra competitividad (...). La crisis covid-19 ha supuesto una pérdida irreparable de vidas humanas, de empresas y puestos de trabajo; debemos convertir esta tragedia en una oportunidad definitiva para cambiar sectores y negocios, en línea con un cambio inexcusable en el estilo de vida, de consumo y de producción».

Los promotores sugieren que las referidas transformaciones sean guiadas por dos organismos de nueva creación que quedarían vinculados a la Presidencia del Gobierno. El llamado Consejo Nacional de Innovación e I+D consistiría en un grupo asesor dedicado a impulsar políticas de Estado que favorezcan «la generación y la compartición del conocimiento con el tejido empresarial, académico y social» como «un pilar fundamental para la reconstrucción social y económica».

En ese consejo tendrían cabida emprendedores, grandes compañías, pequeñas y medianas empresas, académicos y los ejecutivos de varios ministerios. El segundo organismo de nuevo cuño sería la Agencia para la Transformación digital y la Transición ecológica de la Industria. El manifiesto remarca sobre el sector fabril: «Queremos subrayar el peso de la industria en el nuevo modelo y reforzar nuestro acceso a productos básicos (no sólo energía y defensa, también tecnología, productos sanitarios y alimentos, como hemos visto). Una industria interdependiente, conectada a las cadenas globales y locales de producción, pero resiliente y adaptable a las diferentes coyunturas».

La citada agencia estaría asesorada por un consejo empresarial y su dirección «contaría con amplia autonomía, desligada de ciclos electorales». Otro de sus cometidos sería «incrementar la cultura y la formación emprendedora en todos los niveles educativos y financiar adecuadamente el ecosistema de emprendimiento y de la pyme innovadora, en un marco de innovación abierta compartido con las empresas tractoras ubicadas en España».

El Foro de Empresas Innovadoras y la comunidad IND+ -organizaciones participadas por instituciones y empresas que preconizan el desarrollo de la economía del conocimiento- proponen desarrollar proyectos e inversiones público-privadas dirigidas a seis áreas concretas: economía de la salud (biomedicina, fabricación de material, hábitos saludables...), sector alimentario «justo y ambientalmente sostenible», movilidad y energías renovables, construcción sostenible, apoyo a la iniciativa emprendedora y «turismo sostenible, digital y responsable».