Las empresas del sector nuclear en España quieren que la vida útil de las centrales se alargue hasta los 60 años. El presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), Francisco López, reivindicó ayer "un nuevo marco regulador estable y predecible" para lograr ese objetivo.

De este modo, según afirmó López, las empresas se asegurarían el retorno de las inversiones en materia de seguridad y tratamiento de los residuos, que en el parque nuclear español rondan los 300 millones anuales.

Las centrales nucleares tienen una vida útil de 40 años, marcada por el fabricante, pero "no hay ninguna norma que impida llegar a los 60 años, con la prioridad de la seguridad y la supervisión, como ahora, del Consejo de Seguridad Nuclear", abogó López en la presentación del 39 encuentro de la SNE, que se celebra desde hoy hasta el viernes en Reus.

El presidente de la SNE también se mostró crítico con la reforma energética, que "grava el 7% toda la producción eléctrica; la hidroeléctrica un 22% y la tasa del combustible nuclear gastado en las nucleares entre un 10% y un 15%", e insistió en que este es el motivo por el que Garoña ha pedido dejar de operar: "No puede afrontar esos gastos". A este factor se suma que la crisis ha causado una caída del consumo eléctrico a los niveles del 2005.

La convención de la Sociedad Nuclear Española reunirá esta semana en Reus a más de 600 profesionales, se impartirán 300 ponencias, 35 sesiones técnicas, con los dos temas centrales de la formación y la internacionalización, y se instalarán 30 pabellones de exposición. También se impartirá un curso de tecnología nuclear, de la asociación Jóvenes Nucleares.