Desde hace unos días, la inspección de la Seguridad Social está revisando concienzudamente las bajas de los controladores del centro de control de Gavà en Cataluña. Esto ha acarreado que les haya dado el alta obligatoria a algunos de estos profesionales, en contra de la recomendación de otros médicos, según denunció ayer la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA).

Esta acusación se produjo el mismo día que el Gobierno aprobaba la privatización de ciertas torres de control para que puedan trabajar empresas privadas que no sean AENA y, en consecuencia, otros controladores.

La guerra abierta entre el ministro de Fomento y los trabajadores de las torres y centros de control se recrudeció a principios de esta semana.

El domingo habían fallado al trabajo 28 de los 61 que debían acudir a las instalaciones de Gavà y José Blanco ya avisó de que la Seguridad Social examinaría estas bajas para aclarar si eran fraudulentas.

El portavoz de USCA, Daniel Zamit, confirmó ayer que, desde hace dos o tres días, una inspectora médica está devolviendo a su puesto a algunos de los trabajadores que pasan por su consulta a pesar de que, según su versión, no están en condiciones de trabajar. "Hay un chico que solo tiene el 60% de visión por una intervención y le han dicho que es apto para volver a la torre", se quejó Zamit.

En otro caso, y a pesar de que su ginecólogo y su médico de cabecera se lo habían desaconsejado, la misma inspectora ha hecho regresar a su puesto a una mujer que está en la 31 semana de gestación. "Estamos seguros de que la Seguridad Social ha recibido consignas porque no tiene lógica que hagan volver a algunos controladores que toman medicaciones incompatibles, por ejemplo, con conducir, mientras que nosotros lo que hacemos es vigilar aviones", sostuvo el mismo portavoz.

ACOSO Y DERRIBO Zamit enmarcó la aprobación ayer por parte del Consejo de Ministros del decreto en este mismo contexto de enfrentamiento con AENA y Fomento. "Durante varios días se ha hecho una campaña de acoso y derribo contra nosotros para justificar esta medida", interpretó.

Sin embargo, el ministerio ya había anunciado meses atrás que autorizaría la llegada de controladores privados ajenos a los actuales 2.400 de AENA antes de agosto. Fuentes ministeriales han explicado que el objetivo es que las empresas privadas opten a asumir este servicio en torres de control con poco tráfico, que podrían ser una veintena.