El suyo fue un mandato poco usual en una congregación nada corriente. Tras dejar su cargo como papa Gregorio XVIII de El Palmar de Troya por amor a una exnovicia, ahora Ginés Hernández ha sido condenado a seis años de prisión por tentativa de robo con violencia e intimidación y dos delitos de lesiones ocurridos cuando en junio del pasado año intentó asaltar su antigua iglesia. Un acuerdo entre las partes facilitó que el juez suspendiera ayer la ejecución de la pena durante cinco años y decretara la salida del expapa de la cárcel donde permanecía ingresado de manera preventiva.

El llamativo juicio sentó en el banquillo también a la mujer de Ginés, Nieves Triviño. Ella fue condenada a cinco años de prisión por los mismos delitos y con la misma agravante de disfraz, dado que cuando fueron interceptados por los sacerdotes de El Palmar iban encapuchados y portando una mochila con bridas y máscaras de payaso. La pena también fue suspendida. El juzgado ha condenado a ambos además a pagar una indemnización de casi 33.000 euros a los dos sacerdotes con los que se enzarzaron en una violenta pelea al ser descubiertos. Asimismo, se les impone el pago de sendas multas de 1.728 y 1.440 euros, así como la prohibición de aproximarse a ambos religiosos a menos de 300 metros durante nueve años.