Agentes de la Policía Nacional han detenido a seis personas como presuntos autores del secuestro de un joven empresario de la construcción, por el que reclamaron 300.000 euros de rescate y al que tuvieron encerrado durante seis días en una cabaña de campo de la que logró escapar.

Fuentes policiales informaron en un comunicado que durante su cautiverio, el empresario fue golpeado y le amenazaron con matarle y enterrarle en una fosa que habían cavado para él si algo no salía como esperaban.

Según el relato policial, la víctima había recibido lo que parecía una llamada de trabajo más y se dirigió en su vehículo al lugar de la cita en un polígono industrial de Chiva (Valencia) donde le esperaban dos individuos.

Mediante engaños le llevaron hasta otro lugar donde había una furgoneta de la que bajaron otras dos personas, de nacionalidad colombiana, que se abalanzaron sobre él y le amenazaron con un arma para obligarle a subir al vehículo donde le golpearon.

Desde allí le trasladaron a una cabaña donde aguardaba otro miembro del grupo, también de origen colombiano, que se encargó de su custodia.

La víctima intentó darse a la fuga en una primera ocasión, pero sin éxito y sus raptores le pusieron una capucha y unas bridas para inmovilizarlo, además de golpearle en repetidas ocasiones y amenazarle con matarlo y enterrarlo en una fosa.

Tras seis días de cautiverio, el secuestrado logró escapar y se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Cheste. Al día siguiente de su desaparición, el hermano pequeño del empresario recibió una llamada de la víctima en la que le decía: "me tienen unos colombianos, ya llamarán a papá o a tu hermana".

La familia contactó con agentes de la Jefatura Superior de Policía de Valencia y las investigaciones practicadas por los agentes permitieron averiguar que un trabajador de la empresa familiar podría estar vinculado con el rapto. A partir de este dato identificaron a un hermano suyo como encargado de la custodia y a otras dos más que estarían colaborando con ellos.

La fuga del rehén alteró los planes de los secuestradores y ese mismo día los agentes lograron arrestar a cinco de ellos tras verificar que tanto la víctima como su familia se encontraban a salvo y posteriormente se detuvo a la persona que se encargó de la custodia mientras permaneció encerrado en la cabaña.