La Policía Nacional ha detenido al menos a seis personas en Pamplona por la colocación de una 'ikurriña' gigante frente a la fachada del Ayuntamiento durante los pasados Sanfermines. La Delegación del Gobierno de Navarra ha informado de que los arrestados están acusados de un delito de desórdenes públicos.

La acción de protesta tuvo el día del chupinazo de los últimos Sanfermines, cuyo inicio se vio retrasado veinte minutos. Varios desconocidos, disfrazados de pescadores vascos con barbas postizas, lograron lanzar un cable de un lado a otro de la plaza del Ayuntamiento de Pamplona gracias a una caña de pescar. A continuación, y burlando el fuerte dispositivo de seguridad existente en la ciudad, lograron desplegar una 'ikurriña' de enormes dimensiones sobre el escenario principal de la fiesta, obstaculizando el lanzamiento del cohete por su proximidad con la fachada consistorial. El 'making off' del sabotaje fue grabado en un vídeo en el que se puede observar con todo detalle su cuidadosa planificación.

Tras el desconcierto inicial, la 'ikurriña' fue retirada y el chupinazo se lanzó 20 minutos más tarde, un retraso que nunca se había producido en la historia de los Sanfermines. El concejal socialista Eduardo Vall proclamó entonces: "Ahora sí. Pamploneses, pamplonesas, 'iruindarrak', gente forastera. Desde el respeto institucional, ¡viva San Fermín!. ¡Gora San Fermín!". Por su parte, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, de UPN, mostró su "indignación" y calificó de "vergüenza" el boicot.

Con motivo de las detenciones de este martes, varias personas se han concentrado ante la Delegación del Gobierno de España en Pamplona para denunciar "la represión y los juicios políticos".