Seis muertes y 380 casos de dolencias pulmonares severas en las últimas semanas en EEUU han sido vinculados por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades al uso de dispositivos electrónicos para consumir productos de cannabis y tabaco. Y mientras la ciencia trata de determinar las causas y un potencial nexo, se urge a los ciudadanos a no vapear ni comprar en el mercado negro. Nadie ha podido determinar si hay un vínculo entre los casos (registrados en 36 estados), entre los que figuran desde adolescentes sin antecedentes hasta personas de mediana edad con y sin problemas respiratorios previos. Los síntomas pasan por fatiga, nauseas, vómitos, tos y fiebre hasta llegar a la falta de aliento. Y aunque en los escáneres se ven señales de lo que parecen neumonías bacterianas o víricas, en las pruebas no se detecta infección.

En los que casos que ha estudiado The New England Journal of Medicine, en Illinois y Wisconsin, por ejemplo, el 94% requirió hospitalización y casi un tercio necesitó respiración asistida. En entrevistas a 41 enfermos, el 80% reconoció haber usado los dispositivos electrónicos para fumar THC, el componente químico psicoactivo de la marihuana, pero el 17% dijo que solo consumió productos de tabaco. Y en una parte significativa de muestras tomadas a los afectados se han encontrado restos del acetato de vitamina E, un complemento que suele mezclarse con el aceite de cannabis y cuyos efectos una vez que se aspira el líquido calentado aún no están claros.

Nadie sabe por qué se ha abierto la crisis ahora cuando vapeadores y líquidos llevan años en el mercado. Y aunque no hay respuestas definitivas, una hipótesis apunta al creciente mercado negro de productos de marihuana. Se recuerda, también, que proliferan sucedáneos de líquidos de tabaco, así como la cada vez más frecuente adulteración o combinación casera de líquidos.