Periodista

Lo confesaré. Nunca fue Katherine Hepburn una actriz que me atrajera demasiado. Lo indefinible que recubre a algunas estrellas seduce a unos y a otros no. Esto es así. Tal vez puedo pensar en que en repetidas ocasiones hizo de sí misma: de una mujer independiente, de carácter fuerte, y que sus personajes llevaban el sello de ella. Es decir, uno sabía a quién iba a encontrarse. Sin embargo, hubo un momento en que haciendo de sí misma dio un carácter dulcificado por el tiempo, lúcido, comprensivo (´En el estanque dorado´). Cuando ahora se la rescata, uno se queda con algunas películas no especialmente porque ella las protagonizase (o tal vez sí, en determinadas escenas, y entonces traspasaba la pantalla) si no por las películas mismas (´Vivir para gozar´, ´Historias de Filadelfia´).