a reanudación de los vuelos de repatriación de inmigrantes clandestinos a Senegal puede ser cuestión de días. Aunque no ha habido anuncio oficial, fuentes próximas al Ministerio de Asuntos Exteriores senegalés afirman que un primer grupo de 100 personas será devuelto a Dakar en breve plazo, probablemente a lo largo de la próxima semana. Esta decisión del Gobierno senegalés supondrá, si se confirma y tiene continuidad, un cambio en la situación de los centros de internamiento en Canarias y de los vuelos de inmigrantes imposibles de repatriar hasta la Península. A lo que no parece dispuesto Senegal es a que agentes españoles patrullen sus aguas.

Tras un primer acuerdo hispanosenegalés que preveía las repatriaciones, el pasado 31 de mayo llegó a Dakar un avión con 99 inmigrantes a bordo que denunciaron haber sido maltratados y engañados, lo que causó un duro impacto en la opinión pública senegalesa que llevó a su Gobierno a suspender la operación. Senegal exigió para reanudarla garantías de respeto de los derechos humanos, así como una ayuda económica a los deportados. En la segunda quincena de junio hubo nuevos vuelos, estos en secreto y sin incidentes, pero su continuidad quedó supeditada a las negociaciones entre los dos Gobiernos.

´NO´´ A PATRULLAS MIXTAS En cambio, pese a la firma del memorando del pasado jueves, las patrullas conjuntas siguen en el alero. Aunque el ministro del Interior, Ousmane Ngom, hablara el jueves de un "Estado Mayor mixto", fuentes próximas a su Ministerio afirmaron que Senegal no va a aceptar la presencia de agentes españoles patrullando sus aguas. Según dichas fuentes, en el protocolo de actuación que aún debe negociarse solo tendrá cabida la cesión del material --dos patrulleras, un helicóptero, 50 motos de agua y 20 vehículos-- y la asistencia técnica y formación durante dos o tres semanas. Las autoridades senegalesas consideran que disponen de personal capacitado para manejar dicho material y que se trata de un problema de "salvaguarda de la soberanía nacional".

A la espera de la llegada del material, las fuerzas de seguridad senegalesas acosan con sus propios medios a los inmigrantes clandestinos. Si bien la precaria vigilancia costera obtiene resultados modestos, en tierra los servicios de información están siendo bastante más eficaces. Tras una primera operación en mayo con 1.500 detenciones, el goteo de arrestos posterior ha elevado la cifra a más de 3.000.