Si una mujer escoge ropa interior sexy, cómoda y elegante se verá siempre preciosa. Esto es lo que consiguió ayer un exquisito Andrés Sardá, que emocionó al público de la Pasarela Cibeles con una colección de lencería llena de bordados y rasos de seda. A la altura de su sensualidad estuvieron los delicados trajes y los pantalones anchos de Julie Sohn (en la foto, uno de sus modelos). La coreana, que se mantuvo fiel a la elegancia sencilla, inundó junto a Francis Montesinos el salón madrileño de aires étnicos.