En círculos jurídicos se conoce ya como doctrina Charlín o doctrina dos por uno a la sentencia del Tribunal Constitucional que está generando un terremoto en los centros penitenciarios. El dictamen está facilitando que peligrosos delincuentes reincidentes, muchos con un largo historial delictivo y con actos violentos a sus espaldas, puedan acortar sus tiempos de condena y, por tanto, abandonar las cárceles españolas antes de tiempo.

La sentencia establece que un preso que ya estaba cumpliendo una condena firme en prisión y para el que otro juez ordena por otro delito una prisión preventiva pueda computar el tiempo de esa reclusión provisional en las dos condenas. Eso hace que esos meses provisionales, que se descuentan de las condenas firmes, se multipliquen por dos y que los reos avancen su salida.

PERDIDA DE VENTAJAS El Constitucional justifica su decisión en que al aplicársele la prisión preventiva --con condiciones de reclusión más duras-- el preso pierde las ventajas que podía tener con la pena firme (permisos penitenciarios, tercer grado, ectétera). Además, señala que esa pena de prisión firme ya cumple buena parte de los objetivos (evitar el riesgo de fuga y la destrucción de pruebas) por los que se dictó la provisional. Además, señala que, dado que el legislador no previó esta situación en el Código Penal, la Constitución le obliga a interpretar siempre la ley a favor del reo.

En el primer semestre del 2010, salieron en libertad a raíz de esta doctrina 23 internos y está previsto que en los últimos seis meses del año haya otras 13 excarcelaciones por este motivo. Por suerte, el nuevo código penal, que entrará en vigor en enero, pondrá fin a esa situación pues establece que un periodo de prisión provisional solo puede descontarse de una condena.

Los delincuentes que se pueden aprovechar de la resolución dictada en abril del 2008 por el Tribunal Constitucional (que pasó casi desapercibida hasta principios del 2009 y ahora está provocando importantes consecuencias en el mundo penitenciario) son los más conflictivos, pues son quienes acumulan más prisiones preventivas por actos violentos. Según fuentes judiciales, entre los beneficiarios de ese dictamen hay desde atracadores y agresores sexuales hasta narcos.

Precisamente, una de las personas que ha salido de la prisión antes de lo previsto gracias a esa sentencia del Constitucional es Manuel Charlín Gama, el patriarca del denominado clan de los Charlines y cuyo caso ha servido para bautizar el dictamen. Este narcotraficante abandonó el centro penitenciario pontevedrés de A Lama el pasado 17 de julio. El histórico narcotraficante gallego, de 78 años, casado y con siete hijos, fue sentenciado a 20 años por narcotráfico, 13 por blanqueo y quedó al margen de otras tres investigaciones abiertas por la Audiencia Nacional, en dos de las cuales estuvo en prisión preventiva.