Los equipos de salvamento han estudiado la zona en la que se hundió el pesquero gallego O Bahía , cerca de la localidad coruñesa de Malpica, para intentar hoy rescatar los cuerpos de los cinco marineros que permanecen desaparecidos.

El pecio se encuentra a más de 50 metros de la superficie, lo que dificulta enormemente las tareas de rescate. Los buzos han de utilizar equipos especiales para sumergirse. Además, a esa profundidad pueden permanecer poco tiempo, por lo que han de entrar directamente en los restos del barco para recuperar los cadáveres. La operación es muy peligrosa, pues los rescatadores corren el riesgo de enredarse en los aparejos de pesca y quedarse atrapados.

El viento o una ola

Además de localizar a los marineros desaparecidos, la labor de los equipos de salvamento comprende también el análisis del casco del O Bahía para determinar la causa exacta del siniestro. De momento se barajan dos hipótesis. La primera habla de un doble golpe de mar por popa. Una ola habría inundado la parte anterior del barco y antes de que el agua fuese evacuada, una segunda ola habría sobrecargado el buque hundiéndolo por popa. Otra hipótesis apunta que una fuerte ráfaga de viento de costado pudo volcar el barco hasta hundirlo.

En tierra, las familias de las víctimas esperan noticias con impaciencia. Han abandonado cualquier esperanza de encontrar a alguno de los marineros con vida, pero aún así quieren recuperar los cadáveres a toda costa. "Por lo menos, podremos llevarles flores", apunta José Castro, abuelo de uno de los desaparecidos, José Antonio Andreu.

Las principales autoridades de la Xunta y del Gobierno central han llevado palabras de consuelo a los afectados. El Gobierno gallego movilizó a psicólogos y psiquiatras para prestar asistencia a los familiares. Los cadáveres de los 5 marineros que fueron recuperados serán enterrados hoy en un funeral conjunto en Redondela (Pontevedra), donde vivían los tripulantes.