Pasados los primeros meses de descubrimiento y con el trascurso del tiempo, las parejas pueden entrar en una fase con menos novedad, donde la rutina puede llevar al aburrimiento y el desencanto. Esto no le ocurre a todas las personas y no siempre es debido a que estemos con la persona incorrecta, sino que simplemente no sabemos cómo gestionar el avance de la pareja y crear un entorno de confianza, respeto y felicidad.

Las parejas más felices saben, aunque sea de una forma inconsciente, cómo manejar su relación para que ambos se encuentren cómodos, siempre haya novedad y pueden alcanzar el bienestar mutuo. Siguen una serie de pasos que han podido ver en su familia o que han aprendido con la experiencia y que les hace crecer y descubrirse cada día.

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Con el paso de los meses o los años, podemos sentir que el amor se ha desinflado, que ya no hay pasión y que tal vez no estemos cómodos en la relación. No tiene que deberse a que no queramos a la otra persona o que no tengamos ganas de estar con él, simplemente no nos hemos reajustado a la evolución natural de la pareja. La pasión inicial da paso a la confianza, lo cual puede ser tan gratificante como las primeras semanas. La aceptación del ciclo y todo lo positivo que implica nos hace fortalecernos con el otro y seguir evolucionando para ir alcanzando los siguientes pasos que se quieran dar.

A TRAVÉS DE LOS SIGUIENTE CONSEJOS, SABREMOS CÓMO SER MÁS FELICES EN PAREJA:

1. Tiempo juntos

El tiempo que pasamos con nuestra pareja es muy diferente según el momento en el que nos encontremos y la fase que estemos viviendo. No es lo mismo las primeras citas que la rutina de la convivencia. La calidad es diferente y tendemos a pensar que con la cantidad es suficiente.

En la medida que sea posible, debemos buscar cada día tener tiempo de calidad con el otro, como hacer una cena juntos o pasar un rato hablando tranquilamente por teléfono.

2. Tiempo a solas

Las parejas necesitan respirar, especialmente aquellas en las que hay una convivencia o se ven casi a diario. Tiempo para estar a solas y espacio para escuchar nuestras necesidades.

Este tiempo es muy diferente al que se necesita también para la vida social. Estar con un grupo de amigos no es un tiempo a solas. Es igual de necesario, ya que cada miembro de la pareja debe mantener una independencia, pero también debe haber un equilibrio con la soledad. Esta es imprescindible para poder parar y respirar.

3. Comunicación

Cada persona tenemos una serie de emociones que predominan en la vida diaria, influido por todo lo que nos ocurre y las personas con las que nos relacionamos. Nuestra pareja es fuente de apoyo, siempre y cuando sepamos comunicarnos.

Además, es importante que mantengamos una escucha activa por lo que le ocurre al otro. Tan importante es saber comunicar como saber escuchar y atender lo que al otro le ocurre.

4. Equilibrio

El equilibrio perfecto no existe. Se basa en la subjetividad y en lo que cada uno siente como más importante. Pero, partiendo de esta premisa, sí debemos buscar un relativo equilibrio, donde no sintamos que hay desigualdades marcadas, ni en los pequeños detalles ni en cosas importantes. Si así lo sentimos, debemos hablar con nuestra pareja y buscar juntos una solución.

5. Solución de problemas

Cada vez que nos enfrentemos a un obstáculo, se debe buscar la forma conjunta de superarlo. Esto implica manejar las discusiones, sin entrar en la hostilidad ni la pasividad. Tampoco es necesario discutir por cualquier detalle ni buscar el error en el otro. Creará un clima de crispación.

Las parejas felices se componen por personas normales que no cuentan con habilidades especiales. Solo tratan de buscar el equilibrio en la relación, de comunicarse, de resolver juntos los problemas y de tener cada uno el espacio necesario. Pequeñas herramientas que crean un mayor bienestar, sea cual sea la etapa en la que nos encontremos.