Aunque La Serena es el nombre de la conocida comarca pacense integrada por 16 municipios, en el plano ambiental nos referimos a una vasta planicie desarbolada de unas 150.000 hectáreas que se ubica al norte de la comarca homónima, desde las sierras de Magacela, Castuera, Benquerencia de La Serena y Cabeza del Buey, como límite meridional, hasta las orillas del embalse de Orellana y las sierras de la Chimenea, Puerto Peña y El Escorial, ya en la comarca de La Siberia, en el borde septentrional, discurriendo desde Zarza Capilla hasta Villanueva de la Serena, en sentido este-oeste. El relieve es ondulado, asentado en un sustrato geológico de pizarras paleozoicas, que emergen como rocas desnudas sobre muchos puntos en los llamados popularmente dientes de perro , por la similitud morfológica con los molares de los cánidos, debido al efecto de la erosión pluvial a lo largo de los siglos. Esta inmensa llanura forma una depresión surcada por el río Zújar, ahora embalsado por dos presas consecutivas, la del nombre homónimo, con 299 hectómetros cúbicos y 4.500 hectáreas de lámina de agua, y la presa de La Serena, la mayor de España con 3.232 hectómetros cúbicos de capacidad y 14.000 hectáreas de superficie inundada en cota máxima.

Es preciso significar que el aspecto fisiográfico actual de este medio, muy similar a la estepa, ha sido provocado por actuación antrópica, ya que desde siglos el hombre ha venido deforestando intensamente el suelo, con la progresiva eliminación de la vegetación arbórea natural (principalmente encina y acebuche) para el aprovechamiento (desde luego abusivo) ganadero, sobre todo ovino. Es decir, nos encontramos ante una estepa artificial, por eso es más correcto denominarla pseudoestepa , ya que las verdaderas estepas, por ejemplo las ruso-siberianas, son medios naturales que han evolucionado por si mismos hasta encontrar un equilibrio (etapa clímax) en el que resultan dominantes las especies vegetales herbáceas, en especial ciertos tipos de gramíneas.

Los elementos florísticos arbustivos son escasos y, dependiendo de las áreas se componen de retama amarilla, de gran importancia ambiental, cuya semilla sirve incluso de alimento ganadero, cantueso, tomillo, ...y en los cursos de agua principales adelfas y tamujos. Dominan las plantas herbáceas como el gamón, cebolla albarrana o ceborrancha, cardillo, cardo borriquero, trébol estrellado, criadillas de tierra (hongos hipogeos), gran variedad de gramineas, tréboles y cultivos de cereal (trigo, cebada, avena) en ciertos enclaves donde se practica el sistema rotativo al cuarto o más (incluyendo rastrojos y barbechos), quedando la mayor parte del terreno de posío.

La fauna resulta espectacular, destacando muy especialmente la rica comunidad de aves adaptadas al campo abierto o pseudoestepáricas : avutarda, auténtico símbolo de La Serena por su gran tamaño y majestuosidad (casi 1.000 individuos), sisón, muy parecida a la anterior pero mucho más pequeña, ganga, ortega (estas dos emparentadas con las palomas), aguilucho cenizo, alcaraván, cernícalo vulgar, cernícalo primilla, ratonero comun, carraca, calandria, canastera, abejaruco, cigüeña blanca, cigüeña negra..., y en invierno llegan grandes bandos de avefrías, chorlitos dorados y grullas, que usan los arroyos como dormidero.

PROBLEMATICA AMBIENTAL

Uno de los principales problemas que ha sufrido este territorio ha sido la plaga de langosta mediterránea, que se ha controlado en los últimos años y circunscrito a enclaves muy concretos desde que se viene realizando un tratamiento preventivo terrestre sobre los focos de puesta, antes de la dispersión. Otro mazazo fue la construcción de la gran presa de La Serena y obras derivadas, que invadieron territorios de poblaciones amenazadas como dormideros de grullas, descansaderos de cigüeña negra, lugares de nidificación de avutarda, rapaces, etcétera. Actualmente el mayor problema lo constituye la sobrecarga ganadera que somete a muchas fincas a una intensa presión de ovino, cuya densidad es muy superior.