LA CIUDAD se sumó ayer al dolor de la familia de Marta del Castillo, desaparecida desde la noche del 24 de enero y presuntamente asesinada por sus amigos (y cuyo cuerpo sigue sin aparecer), ya que en las misas celebradas se hizo, a petición del arzobispo Carlos Amigos, una mención especial a la joven, que ayer hubiera cumplido 18 años.