El Ayuntamiento de Sevilla ha sido condenado a pagar 24.000 euros de indemnización a una vecina por las molestias que le causó durante tres años el botellón juvenil bajo su ventana, contra la que el consistorio no actuó pese a su "evidencia y reiteración".

Es la mayor indemnización dada hasta ahora en España por este problema, el juzgado de lo Contencioso 5 de Sevilla entiende que el ayuntamiento incurrió en dejación de funciones por no actuar pese a las reiteradas denuncias y llamadas a la policía de vecinos y pese a tener el "amparo legal" para hacerlo.

La vecina de Ronda de Capuchinos, sufrió al menos durante 2004, 2005 y parte del 2006 la presencia de dos discotecas y de botellones en la calle, donde la policía local llegó a contabilizar a 750 personas, muchas de ellas haciendo ruido a menos de un metro de su dormitorio.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, hace un relato dramático de la situación creada por los "gritos, reyertas, coches-discoteca, vomitonas, olor a orines y gran cantidad de botellas y bolsas en el suelo" hasta las cuatro de la madrugada y, "en el caso de los más recalcitrantes, hasta las siete" desde el jueves al sábado de todas las semanas.

A las siete de la mañana --añade la sentencia-- la empresa de limpieza municipal Lipasam empezaba a recoger las botellas del suelo y "producía más ruidos que los jóvenes, pues en vez de limitarse a recogerlas las rompía en el acerado con mazas de madera para luego absorberlas".

La jueza falla que padeció un daño moral doble, pues junto a la vulneración de su intimidad sufrió "la impotencia de ver que las fuerzas del orden no paraban la agresión".