El sida bascula hacia el género femenino. La epidemia global afecta ya a 39,5 millones de personas y se ha disparado entre mujeres y niñas --sobre todo de raza negra-- en países pobres, según el informe del programa de Naciones Unidas (Onusida), presentado ayer. Africa sigue siendo el continente más afectado pero los aumentos más espectaculares (hasta un 50%) se han registrado en China, Asia Central y Europa del Este.

"Hace 20 años la mayoría de los infectados eran homosexuales blancos de los países desarrollados. Hasta finales de los 80 no se detectó un caso femenino. Hoy, más de la mitad son mujeres", resaltó Luiz Loures, director adjunto de Onusida para Europa y América. El médico facilitó otro dato más "terrorífico": el 30% de las embarazadas de Africa tienen sida. "¿Se imaginan qué significaría esto en Europa?", se preguntó.

Según Loures la amenaza del sida debería tener la misma prioridad que tiene hoy el terrorismo internacional, incluso en países como Estados Unidos donde es una de las tres principales causas de enfermedad. El experto consideró insuficientes los 6.100 millones de euros (un billón de pesetas), el triple que en el 2000, destinados a luchar contra el mal.

Onusida propone que una parte del presupuesto se use para frenar la violencia machista. "La violencia sexual y la explotación son la principal vía de transmisión, sobre todo en países pobres donde la capacidad de negociación de la mujer en las relaciones sexuales es muy escasa. El hecho de que el 45% de las víctimas de violencia doméstica sufran agresión sexual es un ejemplo", subrayó Loures.

Los expertos del organismo insistieron en que la mujer es más vulnerable frente a esta enfermedad que el hombre. Pero, sin embargo, tiene un menor acceso a los medicamentos excepto en los países occidentales.