La frase "de sida ya no se muere nadie en España", errónea pero muy difundida en el último decenio, tras la irrupción de los tratamientos que controlan la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), ha tenido consecuencias devastadoras, afirmó ayer el doctor Daniel Zulaika, en la presentación del noveno Congreso Nacional sobre el Sida, que se celebra en Barcelona. Desde el 2000, existe clara constancia de que la cifra de nuevos infectados no deja de crecer, y lo hace de forma significativa entre los hombres con una edad media de 39-40 años y las mujeres de 37 a 39.

La evolución social del sida en España será uno de los temas que abordará el encuentro científico, que acabará mañana, en el que participan un millar de especialistas.

Dado que la prueba que detecta el VIH es voluntaria y anónima, sólo existen estimaciones indirectas sobre el alcance real de la infección. Esos cálculos indican que en el 2005 contrajeron el virus del sida unos 3.000 españoles, de los que un 50% son hombres y mujeres heterosexuales y un 25%, homosexuales. Otro 17% son toxicómanos que usan jeringuillas contaminadas.

CONTROL ADOLESCENTE "En esta segunda ola de infecciones por el VIH el foco de mayor riesgo son las mujeres maduras, no jovencitas, y los hombres homosexuales --describió Zulaika--. Nuestros datos indican que, contra lo que se suponía, no son los adolescentes españoles los arriesgados o inconscientes ciudadanos que se infectan por el VIH, sino adultos de casi 40 años que ya no practican sexo seguro".

La última encuesta del Plan Nacional del Sida (PNS) confirma esa percepción, añadió Lourdes Chamorro, secretaria del organismo. Los datos del 2005 muestran que casi un 80% de los adolescentes españoles utilizan preservativo cuando se inician en el sexo. En 1996, usaban condón un 30%. El avance de la píldora del día después como método anticonceptivo, avisó no obstante la presidenta del PNS, está impide la prevención del virus del sida, aunque evite embarazos.

A diferencia de los adolescentes, el colectivo gay ha abandonado el uso generalizado del preservativo, que en los años previos al famoso cóctel de fármacos (antes de 1996) convirtió a los homosexuales occidentales en ejemplo de rigurosa prevención antisida.

Más de 30.000 seropositivos desconocen que sufren la infección por el VIH, aseguró Chamorro. Eso significa que tomarán conciencia de su contagio cuando el VIH haya alterado de forma evidente su sistema inmunológico. Estos cálculos, facilitados por todas las comunidades autónomas, indican que también sigue aumentando la extensión de otras enfermedades de transmisión sexual, entre ellas, la sífilis, las clamídeas y la gonococia.

LA TENDENCIA En España murieron el año pasado 1.650 personas a causa de infecciones o enfermedades relacionadas con el virus del sida. Aunque la cifra sigue siendo alta, supone una reducción de una cuarta parte de fallecimientos en comparación con las 6.500 muertes que el virus causó en 1996. A pesar de esta mejora, España sigue siendo uno de los países de Europa Occidental con mayor incidencia.

El último informe de Onusida, la agencia de Naciones Unidas que se ocupa de esta enfermedad, indica que alrededor de 40,5 millones de personas viven con el VIH en el mundo.