El 21 de agosto, el recuerdo y la tristeza pesan sobre nuestros párpados. El silencio se mezcla entre lágrimas y versos.

La ebriedad de la mañana da paso a un futuro sin ti. Tus amigos los poetas José M. Sito, Milagrosa Ortega, el editor Paco Huerto, Antonia Martínez y un servidor, venimos hasta esta parroquia de San José de Badajoz (en Santa Marina, el barrio que tanto amaste) para decir /recordar rezar tus versos, Estrella, poeta amiga. También para abrazar y consolar a tus hijos.

Sin embargo nos queda mucho de ti, tus escritos, tus palabras, tu enseñanza, por los caminos de luz.

Nuestros labios y nuestras manos han envejecido hoy, en este verano extremeño, mientras el manto de calor cae sobre la ciudad.

Brindaremos por ti, Estrella, estarás con nosotros siempre.

No hay por qué llorar, en tus versos encontraremos la ilusión, la alegría, la esperanza, la melancolía...

Tu rostro estará con nosotros en la luz de cada mañana.

En septiembre nos encontraremos en el museo de la ciudad, para seguir hablando de poesía, ---y de la vida.

Hasta siempre poeta, amiga.

Plácido Ramírez Carrillo