La Sierra de Hornachos constituye la formación orográfica más meridional de las sierras centrales de Badajoz. Se trata de un conjunto cuarcítico que emerge aislado en medio de la llanura de Tierra de Barros. La alineación serrana está integrada por dos macizos principales consecutivos: Sierra Grande, con 9 Kms. de longitud y una altitud media de 800 m.; y otro occidental, más pequeño, Sierra de Pinos de unos 4 Kms. de longitud y altitud media de 700 m. entre los que se abre un collado natural, Puertollano.

Como principales cursos fluviales que atraviesan la zona, el Palomillas recoge las aguas de toda la umbría de la Sierra, para verterlas al Matachel, alimentando primero el embalse de Los Molinos y al de Alange.

Estas "sierras-isla" han preservado el principal reducto de vegetación mediterránea original que poblaba la zona, quedando interesantes muestras puras de bosque y matorral de especies esclerófilas, asociadas a sus laderas y cumbres, mientras que el piedemonte y llanuras periféricas, sobre todo del norte y este, acogen extensas formaciones adehesadas de encinar y alcornocal. El tipo de explotación dominante conserva la estructura del latifundio, tradicional sistema basado fundamentalmente en agricultura extensiva de cereales y pastoreo, mayormente ovino, seguido del porcino y caprino, conservando este último varios cientos de cabezas, entre ellas de blanca serrana, catalogada como "raza autóctona en peligro de extinción".

En las laderas de solana y llanuras al sur de la sierra, dada su aptitud para los cultivos agrícolas, las formaciones arboladas prácticamente han desaparecido y han sido sustituidas por viñedos, olivares, cereales de secano y pastizales. El naranjo, frutal muy abundante desde fechas históricas en las huertas de los pequeños valles periurbanos, ha sufrido una fuerte regresión, igual que otros importantes frutales como nogales, granados, almendros, etcétera.

La formación arbórea dominante es el encinar, seguida del alcornocal. Conviene resaltar como fieles acompañantes de la orla forestal a los acebuches en las solanas y los enebros en áreas de crestería, que en algunos puntos bajan hasta el llano. Todavía permanecen en algunos puntos plantaciones de eucaliptal.

La masa arbórea está acompañada en áreas serranas de un denso sotobosque, muy rico en especies: lentisco, labiérnago, madroño, enebro, torvisco, romero, acebuche y varias especies de jaras. En zonas de umbría el tapiz forestal incorpora especies de helechos, hiedras, peonías, madreselvas. Como especie botánica singular destaca un endemismo ibero-norteafricano, exclusivo de Extremadura, Andalucía y norte de Marruecos: un geranio silvestre circunscrito a las sierras centrales de Badajoz.

La biodiversidad de este excepcional enclave resulta sorprendente, pues integra más de 450 especies de flora y más de 228 especies de vertebrados (167 aves, 28 mamíferos, 15 reptiles, 11 peces y 7 anfibios).

Destaca en Hornachos, por su notoria diversidad, el orden de las rapaces, por con presencia más o menos estable de casi todas las especies ibéricas, salvo el quebrantahuesos. Entre ellas sobresale el grupo de las águilas: real (4 parejas), imperial (1 pareja, especie catalogada "en peligro de extinción"), perdicera (6 parejas), culebrera, calzada, pescadora, seguido de buitres, con varias parejas reproductoras de alimoche, buitre leonado, coincidiendo a menudo con el buitre negro, milanos real y negro, ratonero, azor, halcón peregrino, cernícalos vulgar y primilla, sin olvidar las rapaces nocturnas: búho real, búho chico, cárabo....

Entre los mamíferos se dan cita el tejón, comadreja, turón, garduña, jineta, meloncillo, gato montés y nutria. La especie cinegética mayor es el jabalí, y merece mención el conejo de monte. Entre los reptiles están los galápagos europeo y leproso, eslizón ibérico, lagartijas colilarga y colirroja...

PROBLEMATICA AMBIENTAL

A pesar de estar declarada como Zona de Especial Protección para las Aves y Zona de Especial Conservación la Sierra de Hornachos sufre todavía algunos problemas que dificultan su protección, puesta en valor y disfrute. El turismo incontrolado y el furtivismo, dos importantes erosiones, hacen necesario comenzar a aplicar el ya aprobado Plan Rector de Uso y Gestión.