Siete personas fueron detenidas anoche tras los incidentes registrados en los alrededores de la plaza Tirso de Molina y el barrio de La Latina de Madrid, donde decenas de antidisturbios del Cuerpo Nacional de la Policía (CNP) cargaron con pelotas de goma y gases lacrimógenos contra más de dos centenares de antifascistas y neonazis.

Según informó a Europa Press un portavoz de la Jefatura Superior de Policía, los siete son simpatizantes de los movimientos antisistema y fueron arrestados por delitos relacionados con destrozos en el mobiliario urbano.

Seis fueron arrestados en la Ribera de Curtidores y el otro en la calle Argumosa. Fueron trasladados en calidad de detenidos a la Brigada Provincial de Información, donde declararán.

CUANTIOSOS DAÑOS Al cierre de esta edición, la tranquilidad era la tónica predominante en las calles del centro, aunque todavía se podían observar las secuelas de los incidentes, en el transcurso de los cuales se registraron cuantiosos daños materiales en el mobiliario urbano como la quema de contenedores y cabinas telefónicas, así como daños en vehículos que estaba estacionado en la zona.

A pesar de que se estableció un dispositivo preventivo por parte del Samur-Protección Civil, finalmente ninguna persona requirió atención médica, según explicó a Europa Press un portavoz de Emergencias Madrid.

Durante la tarde, los antidisturbios desalojaron la plaza de Tirso de Molina, mientras que el grupo de ultraderecha, que había convocado un acto electoral con la autorización de la Delegación de Gobierno, se mantuvo en la boca del metro. El despliegue de seguridad, que incluyó más de veinte furgones de antidisturbios, no impidió que se produjeran incidentes.

Al grito de "lo, lo, lo, que viva España", los neonazis fueron respondidos por los antisistemas con "asesinos, nazis, fuera". Entretanto, subió la tensión en este céntrico barrio y los manifestantes se dispersaron por las calles.

Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía indicó que no se produjo contacto entre los agentes y los manifestantes que apoyaban la convocatoria autorizada por la Delegación.

No obstante, cuando los agentes iban a desalojar la plaza, un grupo de antifascistas quemó varios contenedores para improvisar una especie de barricada a fin de impedir ser golpeados por las pelotas de goma. Otros tantos se desplazaron hacia el barrio de La Latina, donde instalaron nuevas barricadas con contenedores en la calle Colegiata con la calle Toledo, y en la calle Duque de Alba. Los altercados llegaron hasta Embajadores y Lavapiés.

Una dotación de domberos se trasladó a la zona para apagar el fuego provocado por la quema de los contenedores. También se personaron en el lugar dos unidades móviles del Sammur para atender a posibles heridos.

Antes de que llegaran los neonazis, la policía había impedido el acceso de los antifascistas, apostándose en las entradas de la plaza. El dispositivo acorraló a decanas de antisistemas. Otro grupo importante de antisistemas se concentró en la sede principal de Confederación Nacional del Trabajo (CNT), en cuyos balcones la organización desplegó pancartas que rezaban: Ni patrias, ni fronteras. Nazis fuera .

La convocatoria se produjo después de conocer que sus rivales habían elegido esta plaza para celebrar un acto electoral, cuando que "ha sido uno de los lugares más importantes de la lucha antifascista", que consideran que es una "provocación" porque la plaza está a escasos metros de Lavapiés, con un gran número de inmigrantes.