Los 28 activistas de Greenpeace detenidos hace 26 días durante unas protestas contra la explotación de hidrocarburos en el Artico ruso siguen en prisión preventiva en la ciudad portuaria de Múrmansk y con escasas posibilidades de que la justicia les conceda la libertad bajo fianza. Los miembros de Greenpeace, tripulantes del barco Arctic Sunrise , están acusados de piratería. También permanecen en prisión dos fotoperiodistas freelance que se encontraban a bordo en el momento de la detención.

No ha prosperado ninguno de los seis recursos presentados contra la orden de prisión preventina, que expira el próximo día 24, y que se activaron concretamente a favor de cuatro ciudadanos rusos y dos británicos. Los próximos recursos, a partir de hoy, afectarán a una ecologista argentina y luego seguirán un italiano, un neozelandés y otro británico. "No pueden recibir visitas de nadie que no sean sus abogados o personal diplomático", explica Sol Gosetti, coordinadora de comunicación de Greenpeace, informa Efe. Ayer, una manifestación de 60 periodistas rusos pidió en Múrmansk la liberación de su colega detenido, el fotógrafo Denis Siniakov.

Además, los ecologistas podrían arriesgarse a que se sumen otras acusaciones, después de que los investigadores rusos anunciaran la semana pasada que habían encontrado sustancias narcóticas en el barco incautado. Según Greenpeace, lo único que había era un pequeño frasco de morfina por si llegara el caso de tener que operar.