Acaban las navidades y con su fin los adornos propios de estas fechas van retornando a sus cajas a la espera de la llegada de un nuevo mes de diciembre para colocar árboles de Navidad, las luces, el Papa Noel o los tradicionales nacimientos del portal de Belén. Pero el club de senderismo Peñas Blancas de la localidad pacense de La Zarza no podrá recoger las figuras de su belén, el que cada año desde hace cuatro navidades colocan sus integrantes en un abrigo de la sierra de La Calderita, a dos kilómetros de la localidad, porque alguien se los ha llevado antes de tiempo.

El presidente del colectivo, Pedro Espinosa, ha denunciado su desaparición ante la Guardia Civil, que busca al autor o autores de lo que parece ser un acto protagonizado por unos gamberros con ganas de aguar la fiesta a los senderistas que año a año vienen cultivando esta tradición.

Se trata de una composición "sencilla" pero con "un alto valor sentimental". Lo cierto es que el nacimiento no supera la decena de figuras, y su valor económico es muy escaso, pues se trata de piezas de unos 30 centímetros de escayola pintadas a mano por miembros del club.

La idea de instalar un belén surgió por imitación de clubes de montañeros que realizan esta práctica en las cordilleras más altas de la geografía nacional y también en otros países. El pasado 19 de diciembre subieron en peregrinación más de un centenar de senderistas a colocar las figuras en este abrigo cuyas pinturas rupestres de hace más de 5.000 años están declaradas Bien de Interés Cultural. Este punto forma parte de la ruta Peñas Blancas, que con una distancia total de 18 kilómetros, cada mes de marzo congrega a más de mil participantes, por lo que se trata de un punto muy conocido.

Los miembros del club confían en que las piezas, que desaparecieron el 29 de diciembre sin dejar rastro, puedan ser recuperadas, y afirman que seguirán adelante con esta tradición y con la intención de ir aumentando año a año el número de figuras que componen el nacimiento. El presidente del colectivo espera que todo quede en un hecho aislado y no se trunque la tradición.