Snapchat, la app del logo del fantasma, se ha convertido en la red social que más ha crecido entre los adolescentes y también entre aquellos usuarios que desean enviar imágenes en la más absoluta intimidad. ¿Por qué? Porque a diferencia del resto de redes sociales competidoras, su uso es bidireccional. Es decir, no hay grupo con charlas interminables, el diálogo es de tú a tú y las imágenes y vídeos que se envían a los amigos elegidos, que se pueden personalizar con texto, stickers y filtros, desaparecen al cabo de unos segundos (en concreto, de 1 a 10, según se hayan programado)