Con la llegada de diciembre, junto al frío y los regalos de 'amigo invisible', llegan los eventos sociales y familiares. No todas las veces que nos reunimos nos lo pasamos bien, especialmente cuando son compromisos ineludibles con la gente a la que ves a diario en la oficina. La comida y el alcohol de por medio en esa compañía generan incomodidad, momentos en los que sentimos vergüenza o una falsa intimidad que no nos apetece.

Es una cita a la que no podemos decir que no, aunque todos los años nos gustaría tener una excusa. Puede ser un buen momento para unirnos a los demás o estrechar lazos con los compañeros a los que ya somos afines. Si sabemos cómo gestionarlo, no solo no lo pasaremos tan mal, sino que podríamos llegar a disfrutarlo. Con varios consejos podremos sobrevivir a la cena de empresa.

Navidad en la oficina

En estas fechas, la mayoría de las empresas están realizando los eventos navideños, como son comidas, cenas o escapadas a casas rurales. Lo acompañamos de alcohol y momentos incómodos con los demás, que no siempre sabemos bien cómo gestionarlo. De hecho, lo que ocurre ese día, suele ser recordado en los meses o años siguientes. Jefes que beben más de la cuenta, compañeros que discuten de política o percances con la comida son motivo de tensión. Sin embargo, no debemos olvidar que, aunque sea un ambiente festivo, la mayoría de los problemas vienen al olvidarnos que estamos con compañeros y jefes, que no deja de ser un círculo laboral y debemos cuidar las formas.

Si no queremos ser nosotros este año el centro de atención y si queremos disfrutar de ese día, debemos seguir los siguientes consejos:

1. Vigila el alcohol

En momentos de tensión, nuestro cerebro suele tomar la mala decisión de beber para desinhibirse. No queremos estar demasiado serios o sentir que no estamos integrados. Acabamos logrando el efecto contrario y nuestra imagen se daña. No controlamos lo que decimos o hacemos y puede ser motivo para que generemos tensión o el próximo día en la empresa alguien tenga que llamarnos la tensión. Esto puede evitarse si vigilamos las copas de vino y si decidimos tomar más agua. El alcohol justo es difícil de controlar y es mejor tomar menos de lo que nos gustaría.

2. Los temas de conversación

Como no queremos discutir, lo mejor es no sacar ciertos temas de conversación que siempre son motivo de disputa, como la política o la religión. Es especialmente conveniente cuidar esto si estamos sentados al lado de gente de la que no sabemos mucho. Es mejor empezar por temas más generales y que vayan hacia los intereses comunes, como el deporte o los viajes. Pueden ser conversaciones menos apasionadas, pero sin peligro para nadie.

3. Prohibido ligar

En los momentos de ocio con nuestros compañeros, tendemos a vernos todos con otros ojos. Eso hace que cometamos el error de intentar ligar o de hacer proposiciones o comentarios de los que nos podemos arrepentir. Ligar fuera del grupo laboral en presencia de los demás también puede generar unos recuerdos que no queramos.

4. Discreción

Parece que el quedar fuera de nuestro ambiente de trabajo significa entrar en intimidades o en confesiones. Esto no siempre va a generar una futura amistad, sino que puede dañar nuestra reputación o crear incomodidad en el otro. Ten cuidado con lo que cuentas, especialmente las cosas negativas.

Las cenas de empresa son un compromiso anual al que no sabemos muy bien cómo acudir o cómo comportarnos. Queremos pasarlo bien y estar cómodos, pero no siempre se consigue. Hay que ser consecuentes con la gente que nos rodea, que no dejan de ser superiores o compañeros y que les vamos a ver el resto del año en un ambiente formal. Sobrevivir a estas cenas no es fácil, pero puede hacerse.

* Ángel Rull, psicólogo.