De madre desesperada a sospechosa de la muerte de su hija. El inesperado giro que ha tomado el caso ha desencadenado una auténtica conmoción en el Reino Unido. El país entero, al igual que el resto del mundo, ha compartido desde el 3 de mayo la angustia y el dolor de Kate y Gerry McCann, protagonistas de una extraordinaria movilización para encontrarla, en la que han colaborado desde el Papa hasta Beckham. Ahora, las simpatías se han tornado en dudas. La designación oficial de la madre como sospechosa fue recibida con incredulidad y consternación.

Mientras las cadenas informaban sin respiro de los interrogatorios en Portimao, familiares y amigos de los McCann en Gran Bretaña reivindicaban indignados la inocencia de ambos. "Es un ultraje absoluto. Kate y Gerry han tratado que la investigación avance todo lo posible. Decir ahora que Kate es sospechosa es tan ridículo como insultante", afirmó Philomena McCann. La tía de Madelaine afirmó que la policía había ofrecido "un trato" a Kate, para que, a cambio de una pena leve de cárcel, admita su participación en la muerte accidental, teoría que calificó de "absurda". B. A.