Uno solo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena. Los expertos echan mano de este refrán popular ante la avalancha de alergias más grave de la última década, que este año esta poniendo a prueba la capacidad asistencial de consultas y urgencias médicas. Apenas un 25% de los nueve millones de españoles que sufren alergias están recibiendo el tratamiento adecuado, según la Sociedad Española de Inmunología Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).

Un 50% de los afectados no van al médico y no están diagnosticados. Un 25% se automedican como si estuvieran acatarrados u, olvidando que es una afección crónica, solo cumplen el tratamiento cuando los síntomas se agudizan. De modo que solo el 25% restante mantiene un tratamiento correcto.

EL EFECTO DEL CLIMA El presidente de la SEAIC, Tomás Chivato, apunta que las lluvias del invierno y las primeras semanas de la primavera han favorecido uno de los mayores índices de pólenes de gramíneas y parietaria judaica de los últimos 10 años. La situación se ha agravado con una primavera inestable que ha favorecido la aparición de un hongo y multiplicado la capacidad alergénica.

La enfermedad está infradiagnosticada por la falta de especialistas. Pero, además, los pacientes son alérgicos a ir al médico. "Los tratamientos actuales son muy efectivos y seguros, pero hay pacientes que tienen miedo a los corticoides y no los toman", subraya uno de los autores de la guía internacional sobre el diagnóstico y el tratamiento de la rinitis, Joaquim Mullol.

Según este experto del Hospital Clínico de Barcelona, el uso de estos fármacos inhalados o intranasales han demostrado ser más eficaces que los antihistamínicos para tratar la rinitis moderada o intensa.