El último barómetro del CIS muestra ciertas reticencias en la población española ante la vacuna del covid-19. Según la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, más de la mitad (un 55,2%) prefiere esperar a ver los efectos secundarios antes de inyectársela, y solo uno de cada tres (un 32,5%) afirma estar dispuesto a ponérsela en cuanto esté disponible.

En el otro extremo, un 8,4% se niega a hacerlo.

El estudio recoge 2.131entrevistas entre el 23 y el 26 de noviembre.