"Vivo de la música y la música es una". Así de rotundamente define su modo de vida el prolífico compositor e intérprete madrileño Luis Delgado, que hasta el quince de septiembre comparte con los placentinos parte de su colección de instrumentos musicales en la exposición Viajes sonoros. Una mirada a los sonidos de la humanidad , en el museo etnográfico Pérez Enciso.

En la muestra se exhiben alrededor de sesenta instrumentos de todo el mundo, procedentes del Museo de la Música de Urueña en Valladolid, que está integrado por los fondos de Delgado. "Es solo una pequeñísima parte del museo", asegura, "porque en total hay hasta 1.200 instrumentos". Entre ellos hay muestras musicales históricas de Siria, de Brasil, de Vietnam, de Sudán, de Rusia o de Israel, por citar algunos ejemplos.

La muestra ha recorrido otros puntos de la geografía española y Luis Delgado asegura que siempre ha tenido muy buena acogida: "es una forma de documentarse muy interesante".

El mismo comenta el porqué de su interés en coleccionar estas piezas musicales: "Acumular objetos de colección es cuestión de paciencia, no tiene más. Pero lo realmente importante es el mensaje que se quiere transmitir con cada instrumento, cómo describes y explicas por qué está ahí. Así, quien lo ve aprende algo para su propia vida, algo enriquecedor".

En la colección destaca una sección dedicada a la historia de la fonografía, con máquinas como gramófonos y fonógrafos, que dan fiel testimonio de un momento histórico-musical. "La música se ha desarrollado de forma paralela a la evolución humana desde sus albores. Surge con los primeros signos de cultura, cuando el hombre puede descuidar un poco la pura supervivencia y descubre el placer del ornamento, con carácter ritual y social, y desde entonces hasta el siglo XXI, no se han detenido sus manifestaciones", explica Delgado.

Trabajo ecléctico

"La música es una. No nos extraña cuando un día vemos a un actor en una película de terror y al otro lo vemos en una comedia, sin embargo nos parece raro cuando un músico hace cosas muy distintas, pero la música es una", afirma este músico, cuya ecléctica trayectoria ilustra su manera de entender la música: ha pertenecido a formaciones de diversos estilos, ha producido los trabajos de varios músicos, entre los que se encuentran Amancio Prada o María del Mar Bonet, ha compuesto música para series de televisión, para ballet y teatro y actualmente forma parte del Quarteto Medieval de Urueña. "Empecé en la música muy joven, en una orquesta de laúdes y bandurrias. Ya tengo 52 años y en todo este tiempo he hecho de todo", recuerda el músico con una sonrisa.