La pandemia del coronavirus se ha cebado especialmente con las residencias de ancianos. En la región casi el 40% de los fallecidos era usuario de estos centros de mayores, en concreto 27 de las 69 muertes que ha registrado Extremadura desde que comenzó la crisis (según los datos actualizados hasta ayer por la mañana). La mayor parte de ellos se encontraban alojados en complejos de la provincia de Cáceres.

El de Arroyo de la Luz y el de Santiago de Alcántara son los dos geriátricos más afectados por esta crisis sanitaria y los principales focos de la pandemia en la región. La primera continúa abierta, aunque sobre ella existe un control exhaustivo por parte de las autoridades. La segunda, en cambio, se ha cerrado y desalojado por completo porque no contaba con permiso de funcionamiento. Los residentes infectados fueron trasladados a la Clínica Quirón de la capital cacereña (hasta aquí también han sido trasladados algunos infectados del centro de Arroyo, otros permanecen aún en la residencia. Los no contagiados permanecen en la Hospedería Conventual de Alcántara (cabe recordar que la red de hospederías de la región se han puesto a disposición de Sanidad para alojar a los ancianos).

También han registrado fallecimientos las residencias Asistida y Cervantes, de Cáceres, y las de Talayuela, Navalmoral de la Mata, Garrovillas de Alconétar, Villanueva de La Vera, Malpartida de Plasencia y Mata de Alcántara. En la provincia de Badajoz ha habido fallecimientos en Don Benito y en la residencia Domus VI, en la capital pacense.

La situación empieza a preocupar a los familiares, con el añadido de que, desde que se decretara el estado de alarma, no pueden visitarlos. Los centros se encuentran cerrados a cal y canto para evitar precisamente la propagación del virus y proteger a los residentes. En la de Serradilla, por ejemplo, a pesar de que hasta el momento no se han registrado positivos, los familiares solicitan que se extremen las precauciones y se sigan los protocolos. «A los residentes no se les toma la temperatura y los empleados salen y entran cada día sin control y sin que se les realice la prueba para comprobar si están o no infectados», afirma un familiar.

Se siguen los protocolos

Desde la dirección del geriátrico, que es de titularidad municipal, trasladan a este diario que el jueves el centro se sometió a una inspección y cumplía con todas las condiciones. «Únicamente nos faltaba poner a la entrada una alfombra impregnada con desinfectante para los zapatos y ya se ha puesto», aclara el director, Carlos Macías.

Asegura además que a los residentes se les toma la temperatura dos veces al día y explica que el centro se limpia también dos veces cada jornada. «Hubo un traslado de un paciente al hospital de Plasencia (no por coronavirus) que ya está de vuelta en la residencia. Se encuentra aislado en su habitación para prevenir y su cuarto se limpia cuatro veces al día», añade. Y el alcalde de la localidad, Francisco Javier Sánchez, lleva a diario material de protección. «Todos los residentes (hay 28) tienen mascarilla», insiste Macías.

Tiene otros 13 geriátricos en toda la región, entre ellos gestiona el de Mata de Alcántara, donde ha fallecido una persona, y lanza un SOS: «Nos falta personal. Los trabajadores están sometidos a un importante estrés y necesitan descansar, el problema es que la gente tiene miedo y no quiere venir a trabajar a estos centros», agrega. Ha lanzado una oferta de empleo por el Sexpe pero no ha recibido respuesta. En la capital cacereña también se buscan trabajadores para las Hermanitas de los Pobres.

En la residencia Cervantes, de la ciudad de Cáceres, los familiares piden que se permita llevar a los ancianos la medicación que necesitan. La nieta de dos de los residentes asegura a este diario que sí cuentan con las medicinas prescritas por el médico, pero no si se les acaba otro tipo de productos (en el caso de su abuela necesita un líquido bucal por infecciones), la residencia no se los proporciona ni tampoco les permiten entrarlo. «Dicen que de fuera no entra nada. Nosotros se lo dejaríamos fuera, sin entrar, pero tampoco lo permiten», añade. De igual forma no se les ofrece agua mineral, «beben de los grifos del lavabo de las habitaciones porque están aislados», afirma. Y tampoco les dejan llevársela. Han comenzado a tener problemas estomacales.

Desde la Asistida, también de Cáceres capital, que ha registrado un fallecimiento y tiene 13 residentes infectados (otros están a la espera de los resultados de la prueba), quieren transmitir tranquilidad a los familiares. «Está todo controlado, los pacientes están aislados y estamos preparados para lo que venga», señala una trabajadora. El centro cuenta con 320 residentes y tiene reservada la última planta para los aislamientos.

Tranquilidad se transmite también desde Arroyo de San Serván (Badajoz), donde se han registrado los dos primeros positivos: «Se ha activado el protocolo y el 112 está controlando la residencia», dijo ayer el alcalde, Eugenio Moreno. Y bajo extrema vigilancia se encuentra también la de Santa Amalia (Badajoz), también con residentes infectados.