Amedida que pasan las horas, se desvanecen las esperanzas de los investigadores de encontrar con vida a los dos niños desaparecidos en Córdoba el sábado, supuestamente cuando jugaban en un parque vigilados por su padre, José Bretón. La Policía ha centrado sus sospechas en el progenitor de los pequeños, de dos y seis años. Al cierre de esta edición los agentes, que encontraron dos cuchillos en el coche del padre, llevaban seis horas registrando una finca de los abuelos paternos en las afueras de Córdoba, en especial lugares que puedan ocultar cuerpos. También recuperaron para analizar unos huesos hallados entre unas cenizas, que podrían ser de un animal. Con el paso del tiempo sin noticias de José y Ruth cunde el desánimo, tanto en la madre, que está siendo atendida por psicólogos, como en los agentes, que temen lo peor.

CONTRADICCIONES

El domingo por la noche se desplazaron a Córdoba dos policías de la Unidad Central de Madrid especializados en este tipo de investigaciones, y el comisario de la Policía Judicial de Sevilla, que participó en la búsqueda de Marta del Castillo. Fuentes próximas a la investigación aseguraron a este diario que "el relato del padre está lleno de contradicciones y es poco creíble". Nadie en el parque les vio y nadie recuerda a un padre buscando a sus hijos.

Bretón tampoco ha sido capaz de dar detalles acerca de qué hizo con los pequeños desde que los recogió en casa de sus padres al mediodía. Tras discutir con su madre porque no quería darle a los niños, se les pierde la pista. De hecho, los esperaban en una comida, pero no aparecieron. La hipótesis del secuestro de los dos hermanos está prácticamente descartada.

Por su parte, la familia materna acudió a media mañana a una comisaría, donde se les tomó declaración de nuevo y se les pidió que no hicieran declaraciones para no enturbiar la investigación. La madre de los niños se encuentra destrozada y necesitó ayuda para terminar su comparecencia ante los agentes. La madrugada del domingo presentó una denuncia contra su pareja por maltrato psicológico, como amenazas y presiones.