THtace días les contaba en esta columna que me divierte pasar un rato en los Starbucks Coffee, unos cafés americanos que han proliferado como setas en las principales ciudades europeas (a España llegaron en 2002 de la mano de Plácido Arango, dueño de los Vips , y ya hay 31 en Barcelona, Sevilla y Madrid). También les comentaba que a mi mujer, estos locales le parecen una tontería para modernetes de pacotilla como un servidor, que se sienten sofisticados y cosmopolitas por beber un brebaje extraño en un vaso de plástico sorbiendo por un pitochino. En aquella columna ironizaba sobre los Starbucks con algo de maldad: pensé que nadie se iba a molestar pues el responsable de Starbucks en España sería un americano al que, desde luego, no se le iba a ocurrir leer este diario.

Pues bien, y he aquí la sorpresa: el director general de Starbucks Coffee España lee todos los días EL PERIODICO EXTREMADURA, se llama Francisco Fragoso Luengo y no es norteamericano, sino un economista extremeño, un cacereño castizo criado en el barrio del puente de San Francisco y en la calle Médico Sorapán. Y para más inri, es hijo de Mercedes Luengo y de mi amigo Pepe Fragoso, uno de los estandartes del deporte escolar extremeño con el que a veces subo a la Montaña para que me enseñe atajos inverosímiles por las minas de Valdeflores. La otra mañana, Pepe me puso al habla con su hijo, que no estaba enfadado, sino muy divertido por lo que consideraba una aportación extremeña al léxico americano del café: el pitochino.