En paralelo a la llegada de Netflix a España, nació Smart Protection, una start-up creada por tres ingenieros (Javier Perea, Manuel Moregal y Javier Capilla), que desarrollaron un software para reducir la piratería audiovisual «de forma eficiente». Acelerada por Wayra (Telefónica), Smart Protection cuenta ya con 70 trabajadores y protege vídeos en streaming y eventos en vivo de gigantes como Universal, Sony, Netflix o Movistar+.

¿Cómo lo hace? Primero, a través de big data capturan enormes volúmenes de información en fuentes abiertas, esto es, en buscadores como Google o en aplicaciones peer to peer, es decir, programas que permiten intercambio de archivos entre internautas, como Emule; después, a través de la Inteligencia Artificial se aseguran de que el enlace es ilegal 100% y, en tercer lugar, lo que denominan tegal tech: retirada instantánea del enlace de la plataforma que lo aloja.

Esto último no lo puede hacer todo el mundo. El procedimiento habitual sería enviar un requerimiento a Google para que la compañía lo acepte, pero tarda semanas. Smart Protection cuenta con la certificación TRCP (trusted copyright removal partner), que otorga el buscador y que le permite retirar enlaces de forma automática.

A finales del 2018, España tenía 4.348 millones de accesos ilegales a contenidos, de los cuales, 701 millones eran películas; 896 millones, series de televisión, y 106 millones, partidos de fútbol, según la consultora GfK.