A punto de cumplir 52 años, Sting atraviesa uno de sus mejores momentos, él mismo recomienda "bailar y practicar el sexo para mantenerse en forma", y se muestra dispuesto a hablar de sí mismo en su disco, Sacred love , que sale el lunes a la venta, y en la autobiografía, Broken music , que prepara para fin de año.

Sting, que estuvo ayer en Madrid tan sólo siete horas para hablar de Sacred loved , asegura que en él reflexiona sobre su vida, su filosofía, su sexualidad y sus creencias políticas y espirituales. "Cada cuatro años, más o menos, tengo un nuevo disco en el que me gusta hablar de lo que me ha pasado durante ese período", comentó.

Sacred love , comenzó a fraguarse justo un día después del concierto que ofreció y grabó (All this time ) en su casa de la Toscana italiana el 11 de septiembre de 2001, el mismo día de los atentados de Nueva York.

El disco se compuso en París, justo en el momento en que se fraguaba el conflicto de Irak. "Es un trabajo que escribí como con una sensación de urgencia, porque me imaginaba lo que iba a ocurrir. La intervención nunca me pareció una buena idea, sólo hay que ver la situación desastrosa que está viviendo Irak ahora", dijo. En el álbum, a parte de temas dedicados a la guerra, hay espacio para el amor, porque cree que "hay una necesidad en el mundo de amor, muchos de los problemas que padecemos se producen por esa carencia de amor".