Los expertos llevan tiempo señalando que dormir mal es un sello distintivo de la enfermedad de Alzheimer. Las personas con esta enfermedad tienden a despertarse cansadas y su descanso empeora a medida que la pérdida de memoria y otros síntomas van a más. Pero el cómo y el porqué de las noches inquietas vinculadas a la enfermedad de Alzheimer sigue estando rodeado de interrogantes. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Washington en St. Louis podría haber dado con parte de la explicación.

Un nuevo estudio centrado en personas mayores ha descubierto que estas tienen menos sueño profundo y, además, tienen niveles más altos de proteína cerebral Tau. Una elevada concentración de tau también se ha relacionado con daños cerebrales, deterioro cognitivo y como una señal de alerta de la enfermedad de Alzheimer. Este hallazgo publicados en Science Translational Medicine sugiere que el sueño de mala calidad en personas mayores podría ser una señal de alerta para el deterioro de la salud cerebral.

«Medir cómo duermen las personas puede ser una forma no invasiva de detectar de manera precoz la enfermedad de Alzheimer o simplemente cuándo los pacientes comienzan a desarrollar problemas con la memoria y el pensamiento», explica Brendan Lucey, profesor asistente de neurología, director del Centro de Medicina del Sueño de la Universidad de Washington y autor de este nuevo estudio.

Para comprender mejor el vínculo entre el sueño y la enfermedad de Alzhéimer se estudiaron a 119 personas de 60 años de edad. «La clave es que no fue la cantidad total de sueño lo que se vinculó con tau, fue el sueño de onda lenta, el que refleja la calidad del sueño», argumenta Lucey. «Las personas con patología tau aumentada en realidad dormían más por la noche y por el día, pero no dormían bien».