Cataluña, donde había tocado el gordo del Niño en las dos ediciones anteriores, pasó ayer el relevo al humilde barrio de Ascao, en Madrid, y se tuvo que confirmar con migajas: algunas series de tres terceros premios y pedreas, pese a los casi 100 millones jugados. La fortuna, con los 120 millones de euros del primer premio, fue a parar a un número acabado en 13, para gente poco supersticiosa y que, según el dueño de la administración El Dado de Oro, José Luis Nieto, Pepe, se vende a abonados desde 1995.

Los agraciados, según el lotero, pueden rondar los 500, en la calle Emilio Ferrari --donde está la administración--, la galería comercial de alimentación contigua y alrededores.

El lotero hizo la radiografía del premio y del barrio, repoblado hace 50 años fundamentalmente por emigrantes castellanos, extremeños y andaluces. "Está muy repartido a gente que lo necesitaba, aunque no tenga deudas, jóvenes y algún inmigrante", dijo Pepe rodeado por vecinos que celebraban la suerte con botellas de sidra, cava y bocinazos.

"¡Ya era hora, coño!" "¡Ya era hora de que tocara aquí, coño!" era la frase más repetida entre los vecinos del barrio, ubicado entre la calle de Alcalá y el cementerio de La Almudena, y en el que abundan las profesiones de taxista, camarero, pequeño comerciante, obrero, empleado de oficina... Y policía, como un escolta del presidente Zapatero, que se acercó al ver la algarabía y lamentaba no haber adquirido algún décimo.

"Haré un viaje a Nueva York". "Me iré a Hawai". "Arreglaré el piso". "Me compraré una casa". "Se lo daré a mis nietos". "De momento lo guardaré, que la vida está muy mal". Estos eran algunos comentarios recogidos en las calles de un barrio que cuenta o ha contado entre sus vecinos con famosos como Belén Esteban, la exmiss Sofía Mazagatos, el cantante El Fary y el astronauta Pedro Duque.

El gordo trajo un regalo muy especial a Aurora, de 97 años. Los 200.000 euros del premio le servirán para ver cumplido el sueño de tener un piso con ascensor, comentaron sus nietos Paco y Aurora: "Ahora tiene que subir las escaleras hasta el tercero, y le cuesta mucho".

Inmigrantes sin fortuna

También viven en el barrio inmigrantes peruanos, tan numerosos y fervorosos que hace tres años trajeron de su país el famoso Cristo Negro a la iglesia de San Romualdo, ubicada a escasos 100 metros de El Dado de Oro. La operación contó con el beneplácito de su párroco, don José, para que pudieran continuar aquí con su devoción a la curiosa talla. Pero peruanos, ecuatorianos y otros latinos se limitaron ayer a ver pasar la suerte. "Compramos algo de lotería en Navidad. Pero ahora no teníamos participaciones, o las adquirimos en otros lugares", lamentó Iván Flores.

El segundo premio también llevó la suerte muy repartida a Galicia, Valencia, Andalucía, Canarias y, de rebote, a Madrid, tras haber pasado por Burgos. Una administración ubicada junto a la famosa catedral devolvió a Hacienda 200 décimos a los que habrían correspondido 20 millones de euros. Muy nervioso y arrepentido, el lotero, Sergio Asurmendi, aseguró "sentirlo mucho".

En cuanto a Extremadura, invirtió sin suerte más de 12,1 millones, a razón de 11,20 euros por habitante, y la fortuna pasó de largo. La consignación había alcanzado los 16,3 millones en la región, pero la cifra vendida finalmente se redujo en más de 4 millones, aunque ha supuesto un casi insignificante incremento en el gasto del 0,04 por ciento. Extremadura solo ha disfrutado del gordo en dos ocasiones, Don Benito (1962) y Badajoz (1972).