Mohamed Houli Chemlal, único superviviente de la explosión del chalé de Alcanar, dijo estar "arrepentido" ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga desde este martes los atentados de Barcelona y Cambrils de agosto de 2017. De forma muy escueta ratificó lo que había manifestado durante la instrucción, que incluso prestó de forma voluntaria, según señaló, y dijo estar "arrepentido" de haber participación en los planes de la célula terrorista de Ripoll, que, según lo que declaró él mismo tras su arresto, pasaban por atentar con explosivos contra edificios emblemáticos catalanes.

Houli Chemlal, que se enfrenta a una petición fiscal de 41 años de cárcel, compareció ante el tribunal junto a los otros dos acusados desde el habitáculo de cristal que les separa del resto de la sala de vistas por motivos de seguridad. Tras su breve manifestación, la fiscal Ana Noé pidió al tribunal que se exhibieran las distintas declaraciones que prestó en instrucción y varios vídeos en los que se ve a los miembros de la célula terrorista preparar el explosivo conocido como la madre de Satán con el que quería atentar en monumentos y "castigar a los infieles", como se les oye decir entre risas.

SIN CUESTIONES PREVIAS Y CON PROBLEMAS DE SITIO

El juicio empezó de forma algo accidentada, al amenazar Luis Álvarez Collado, abogado de Driss Oukabir, con abandonar la sala de vistas si no se le cambiaba de sitio, al estar sentado detrás de los fiscales y no poder ver sus reacciones.

El presidente del tribunal, Alfonso Guevara, como policía de estrados se lo denegó, al advertirle que las reacciones que tiene que ver son las de los acusados y testigos, no las de los fiscales, aunque habitualmente se sienten enfrente y no detrás. No obstante, acabó ofreciéndole un lugar alternativo, que el letrado acabó aceptando.

Guevara que exhibió su particular genio, tampoco permitió a los abogados plantear cuestiones previas al no estar previstas en el sumario ordinario, sostuvo ante los intentos de varias acusaciones de defenderlas.