Expediente disciplinario por falta muy grave y suspensión fulminante. Estas son las dos medidas tomadas por el Ministerio del Interior contra el teniente de la Guardia Civil J. M. R. por emplear dos porras no reglamentarias, una de ellas eléctrica, contra un detenido. El hombre falleció en el patio del cuartel de Roquetas de Mar supuestamente de un paro cardíaco tras sufrir una crisis nerviosa.

Aunque aún no ha trascendido el resultado de la autopsia, la familia del fallecido --que admitió que éste había ingerido drogas-- ha presentado una denuncia por "lesiones con resultado de muerte" y por "trato degradante".

Fuentes de Interior explicaron que la suspensión cautelar se produce tras conocerse que el teniente había hecho uso de una porra eléctrica y otra extensible, para reducir al detenido, de 39 años. En la investigación interna, se han visionado las grabaciones de las cámaras. Según las mismas fuentes, se puede apreciar "con claridad" que el teniente intentó reducir al fallecido haciendo uso de ambas porras. Por ello, consideran que "empleó medios no reglamentarios", además de que intentó obstaculizar la investigación.