El diestro extremeño Alejandro Talavante se alzó como triunfador de la octava corrida de la feria de San Marcos en Aguascalientes, México, al cuajar un gran toro de Begoña que fue indultado, pero no recibió los trofeos simbólicos dado que en esta plaza no es tradición.

Los mexicanos Eulalio López Zotoluco y Arturo Saldívar se fueron de vacío, el primero por pinchar perdió los trofeos y el segundo tuvo mala suerte con su lote. Con más de tres cuartos de plaza en los tendidos, se lidiaron seis toros del hierro de Begoña, bien presentados, con tres toros buenos y los otros que no se dejaron.

El extremeño Talavante, con el segundo, no pasó de regular. El toro no daba para más y aunque el torero le expuso, no logró la labor que se esperaba. Concluyó con varios pinchazos y escuchó ligeros pitos. Se desquitó en el quinto, de nombre Niño Bonito , un gran toro al que el de Badajoz le realizó la faena, aunque en momentos sin acoplarse totalmente al temple exquisito que tenía el de Begoña al ir al engaño. El toro, a petición no generalizada, fue indultado y Talavante dio una vuelta al ruedo.

Zotoluco toreó bien al ejemplar que abrió plaza, pero mató mal. Escuchó palmas. A Saldívar, se le lesionó el toro de los cuartos traseros y ya no hubo opción.

En el sexto logró muletazos con la mano izquierda que fueron los mejores de la tarde.