TDticen que la risa de Mozart daba vergüenza ajena, que cuando abría la boca era, como la Mazagatos , para cagarla. Pero le bastaba rascar una pluma sobre una partitura para abrir la puerta grande de los cielos. A su oido susurraban los dioses secretos que luego él tranformaba en melodías. Es uno de mis superhéroes preferido, con poderes reales y tangibles. Tenía el don de provocar estremecimientos. Cuando Yaveh buscó al primer rey para su pueblo, eligió a Saúl , que era el más alto, el más guapo, el más fuerte, un Lobezno del Antiguo Testamento. Y se equivocó. Todo fachada, pero carecía de talento. Luego rectificó y le dió el cetro a David , un Charlot diminuto y frágil, agigantado por el don de la música y la poesía. Incluso los romanos tuvieron un héroe cachas, Eneas , inmortal no por obra de sus brazos sino por el talento de un débil poeta, Virgilio , hijo de campesinos. No se sabe por qué, pero el talento es así: diosecillo caprichoso que se refugia en cuerpos extravagantes. Cosa terrible en tiempos como estos en los que la tele y las campañas de mercadotecnia venden basura en formato de diseño. Raramente suben al poder hombres con talento para conducir estados, sino los que se ajustan al patrón del merchandising. Hasta en el mundo del arte todos son cuerpos a la última con un talento en las últimas. Todos los concursos de cazatalentos los gana el mismo cuerpo y la misma voz. Carne de cuarenta principales. Y ahora mire el video más visto del mes en Youtube. Se llama Susan Boyle . Mírelo y llore de emoción. Participa en uno de estos concursos. Todos se rien de ella. Jurado y público. Su aspecto es la antítesis de la modernidad. Fea de catálogo. 47 años, y nadie la besó jamás. Pero en su garganta se arrulla el talento. Y las risas se hacen lágrimas.