Los toros seguirán sin ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. El Bureau del Comité Intergubernamental, que ya había retrasado a octubre su decisión, no ha incluido la tauromaquía en su agenda, por lo que rechaza considerarla entre sus expedientes en curso.

La candidatura de las corridas de toros ya levantó ampollas entre sectores cologistas cuando fue presentada y ahora la negativa de la Unesco ha sido recibida con alegría.

La cetrería, en cambio, sí ha sido incluída en la lista de la Unesco para 2021.

MAL AÑO PARA EL SECTOR

La temporada taurina española de 2020 se ha visto reducida en un 89% con respecto a las cifras del año anterior a causa de las medidas sanitarias y sociales impuestas por la distintas administraciones para paliar la pandemia del coronavirus.

Además de los 13 celebrados hasta la declaración del estado de alarma, desde julio hasta la finalización de la campaña este mes de noviembre únicamente se han organizado en España 75 festejos taurinos mayores (corridas de toros, novilladas picadas y festejos de rejones) frente a los 793 de 2019.

Esta drástica reducción de espectáculos -contando con la participación media en cada uno de ellos de unos veinte profesionales, entre picadores, banderilleros y mozos de espadas- ha supuesto también la pérdida de más de 15.000 contrataciones directas, además de cientos de puestos de trabajo en otras actividades necesarias para su celebración.

Teniendo en cuenta también la radical limitación de asistencia de público a las plazas impuesta por las autoridades, la inmensa mayoría de los festejos taurinos celebrados de julio a noviembre (un total de 61 de los 75) se han podido celebrar gracias, básicamente, a los ingresos de su transmisión televisiva o al patrocinio de algunas instituciones.